Karla Homolka es un nombre que siempre aparecerá en los blogs de asesinos en serie por cómo, con sangre fría, violó y mató a tres adolescentes, entre ellas a su propia hermana Tammy.
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A comienzos de los años noventa, ella y su primer marido, Paul Bernardo, violaron y asesinaron a tres jóvenes en Ontario. Todo lo grabaron en video. Años después de que esta cumplió su condena, ahora ayuda en la Greaves Adventist Academy, una escuela privada donde estudian sus hijos. Ha acompañado a los niños en salidas temáticas y también ha llevado a su mascota. Ha esquivado a los medios, que se enteraron de su historia.
Pagó por sus crímenes
Luego de que se descubrió lo que Karla y Paul hicieron, este fue condenado a cadena perpetua. En cuanto a ella, sus abogados consiguieron un acuerdo en 1993 que le permitía estar 12 años en prisión a cambio de testificar contra Paul. De ahí, ella afirmó que este la forzó a todo, pero las pruebas mostraron otra cosa. Ella salió de prisión en 2005, se casó con el hermano de uno de sus abogados, cambió de identidad y hace tres años volvió a Canadá con su esposo e hijos.
Por supuesto, esto no agradó nada a sus vecinos. Y a pesar de que haya cumplido con su condena judicial, la condena social le sigue pesando. Como dijo uno de los padres entrevistados por los medios locales: «¿Qué pensarías si una asesina en serie cuida de tus hijos?».
El caso ahora tiene en debate a su país, informó el portal BBC.