El joven médico Fabián Herrera no tenía problemas con nadie, aseguraba su familia. Por eso, ni ellos ni el resto del país, conmocionado por su caso, se explican cómo este, luego de desaparecer en la Zona Rosa de Bogotá, terminó muerto al sur de la capital.
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El caso de Herrera muestra una macabra situación: según el último informe de Medicina Legal, el año pasado hubo 1.689 denuncias de mujeres desaparecidas y 1.672 de hombres, para un total de 3.361. De estos, según la institución, 10 mujeres aparecieron muertas, 480 vivas y 1.199 aún permanecían desaparecidas. Ahora, si se habla de hombres, 5 aparecieron muertos, 331 vivos y 1.301 aún siguen desaparecidos.
Entre estos casos, hay unos que han causado revuelo en la sociedad por la forma en que pasaron. Estos son los más notables de los últimos años.
Tatiana Fandiño: la muchacha tenía 23 años cuando murió. Ella realizaba prácticas como chef luego de estudiar gastronomía. Tenía una relación (marcada por el abuso físico) con el joven Kevin Jaramillo. Desapareció por varios días y fue encontrada, descuartizada, en una maleta, al sur de Bogotá, en 2014 . El joven la había asesinado junto con su amigo, Luis Martínez. Luego, habló de esto con satisfacción en sus redes sociales. Por estas pruebas fue condenado a 20 años de cárcel.
Fandiño murió por asfixia mecánica. Los dos hombres la amordazaron, la golpearon y la asesinaron. En aquel tiempo se reclamó una pena superior para los criminales.
Natalia y Fernán: Natalia B., estudiante de 15 años, y Fernán Vejolín, de 21, fueron encontrados muertos en un motel de Patio Bonito, en 2015. Fue el olor de la descomposición lo que alertó a las autoridades. Los dos murieron envenenados con pesticida.
La joven había desaparecido y su familia inició entonces una búsqueda para dar con ella en redes. Esta, luego del trágico suceso, culpó a Vejolín de haber seducido a la joven y de haberla matado. De hecho, una tía de la muchacha (que ese día dijo que visitaría a una amiga), afirmó que en las conversaciones de Facebook del hombre, se entreveía que este tenía problemas mentales.
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Juan Sebastián J.: desapareció el pasado 23 de febrero, junto con otros tres jóvenes. Ellos se dedicaban a ayudar a las personas a las afueras de los supermercados y sus edades oscilaban entre los 14 y 17 años. La última vez que se le vio con vida, fue sobre una bicicleta enrutada hacia el barrio Lisboa. Su cadáver fue encontrado en el río San Francisco, en alto estado de descomposición.
Natalia A. : La joven tenía 16 años cuando desapareció a mitad del año pasado y fue hallada muerta en el bosque de Tabio. Estudiaba Ingeniería Química, tomó una flota y se internó en una zona boscosa. Para septiembre se expusieron las causas de su muerte : la joven cometió suicidio y dejó previa nota en redes sociales.
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