Todo comenzó en 1996. Ese año, la sociedad estadounidense quedó impactada tras revelarse el historial sexual entre la profesora de 34 años Mary Kay Letourneau y su alumno de 12, Vili Fualaau.
PUBLICIDAD
El hecho se dio a conocer luego que un amigo del esposo de la docente realizara la denuncia tras sorprender a ambos en una romántica postal. Tras ser interrogada por los oficiales, la mujer desafió al mundo al reconocer que había sostenido relaciones sexuales con el menor, confesando que esperaba un hijo de él y que estaba completamente enamorada.
Un año después, la profesora ingresó a la cárcel tras ser sentenciada por violar a un menor, dejando atrás a su cónyuge y sus cuatro hijos, y teniendo entre las rejas al retoño de su relación prohibida.
Mientras que el menor sostenía a todo aquel que le preguntaba que estaba enamorado de Letourneau y que la esperaría para iniciar una relación. Tres meses después, ella quedó libre pero por pocos días: fue sorprendida teniendo sexo con Fualaau en un automóvil.
La condena fue un duro golpe para la pareja, pues ella debía permanecer siete años en prisión. Además, ella se ganó el repudio de una sociedad que quedó escandalizada con la historia amorosa de ambos. La sorpresa eso sí fue mayor, cuando en la cárcel tuvo a Georgia, su segunda hija con el aún estudiante.
El 2005 la historia volvió a cobrar vida. La docente quedó en libertad y lo primero que hizo fue casarse con Fualaau. Ahora ya no corría riesgo con la policía. Ella tenía 44 años y el 22.
Decenas de personas acudieron a la boda y los dos hijos de la pareja lucían orgullosos acompañando a sus padres. Y así el matrimonio se acompañó durante años, hasta que ahora se supo que la relación llegó a su fin. El hombre pidió el divorcio y la mujer se lo concedió. Y los abogados de ambos aseguraron que una reconciliación es imposible.
PUBLICIDAD
«Cuando una persona es infeliz en una relación, la otra persona no puede ser feliz tampoco», fue la reflexión que hizo el representante de Letourneau, David Gehrke.
