Seis meses después del aparatoso accidente de un avión de la aerolínea LaMia que dejó como víctimas mortales a 71 futbolistas y dirigentes del club brasileño de fútbol Chapecoense, el director de dicha aerolínea boliviana, Gustavo Vargas Gamboa, decidió declararse culpable por uno de los cuatro delitos de los que se le acusa en la investigación.
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Dicho delito es ‘homicidio culposo’, según lo asegura una propuesta de la derensa de Vargas, en la que pide que su cliente sea condenado a dos años de prisión. El detenido, quien se encuentra en la cárcel cruceña de Palmasola desde diciembre del 2016, también solicita que los otros tres delitos que le fueron imputados (lesiones gravísimas, lesiones culposas y desastre en medios de transporte) no sean considerados y renuncia a ir a un juicio oral.
Ante esto, el abogado explicó que la decisión obedece a los problemas de salud de Vargas, a quien «solo le funciona un riñón, tuvo tres infartos, tiene presión arterial alta y debe colocarse a diario insulina. (…) Él prefiere que lo condenen y salir de la cárcel para reponerse».
Cabe recordar que el avión de LaMia chocó contra un cerro cerca de la ciudad de Medellín tras quedarse sin combustible. Durante de las investigaciones que se realizan en Bolivia también está en prisión el exsupervisor de tránsito aéreo de la Administración de Aeropuertos y Servicios a la Navegación Aérea (Asana), Joons Miguel Teodovich.
Igualmente fue encarcelado el hijo de Vargas Gamboa, Gustavo Vargas Villegas, quien siendo director de Registro Aeronáutico Nacional de la Dirección de Aeronáutica Civil autorizó en 2014 la importación y matrícula provisional del avión de la aerolínea.
La compañía Bisa Seguros y Reaseguros informó el jueves pasado que el accidente del avión de LaMia no tiene cobertura de seguro pero los sobrevivientes y los familiares de las víctimas pueden pedir ayuda a un fondo de cooperación que se ha creado para atenderlos.
Además, la cadena CNN indicó en un reporte que una carta remitida por Bisa a los gerentes de LaMia informó que la «póliza estaba suspendida por impago desde inicios de octubre del mismo año. Es decir, el seguro no estaba vigente en el momento del accidente».
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Al contrario, Bisa comunicó que la póliza para la tripulación sí está siendo atendida de forma normal, con un pago de 150.000 dólares por tripulante fallecido y gastos médicos del personal del avión que sobrevivió a la tragedia, hasta 25.000 dólares por cada uno.
Las autoridades bolivianas han asegurado que la póliza sí estaba vigente cuando ocurrió el accidente.