En el Chocó han luchado siempre contra todo: en contra de la corrupción, de la pobreza, de la violencia, en defensa de sus derechos; porque no quieren seguir en la paradoja que los ha envuelto históricamente, siendo el departamento más rico del país y el más abandonado.
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Por eso desde el 10 de mayo se unieron para alzar su voz y pedirle al Gobierno que los mire, que cumpla sus promesas y que respete su territorio.
Toda la población —afros e indígenas— decidió unirse al paro cívico. No es la primera vez que lo hacen, pero sienten que es la única manera en la que pueden lograr que desde lo más alto del Estado los escuchen, porque ya están cansados de la violencia, de la falta de infraestructura vial, de los altos índices de pobreza, la tercerización laboral y la no formalización del trabajo, del desempleo, de la crisis en la salud y de ser el centro de los enfrentamientos entre bandas delincuenciales que se disputan los territorios de las Farc.
El año pasado, para el 24 de agosto, Chocó se declaró en paro cívico para hacerle al Gobierno una serie de peticiones y, después de varios días de diálogos, se comprometieron con llevarlos a cabo. Sin embargo, después de nueve meses se hizo evidente el incumplimiento.
Pero, a pesar de esto, la comunidad insiste en que este paro no es un escenario de renegociación y así se lo explicó a PUBLIMETRO el defensor del Pueblo de Chocó, Luis Murillo.
“Acabamos de concluir una reunión con la comitiva del alto nivel del Gobierno y los representantes del paro. No se llegó a acuerdos y por eso el paro continúa”, manifestó.
Según Murillo, sí hubo avances, pero en otros temas como en educación y seguridad, no.
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“Ellos (los representantes del paro) están pidiendo que los ayuden con la crisis humanitaria que se vive en diferentes poblaciones apartadas y el tema del Belén de Bajirá, que ya quedó determinado que hace parte de Chocó y no de Antioquia, pero aún no se ha incluido oficialmente en el mapa del departamento”, agregó.
Los voceros dicen que el paro durará el tiempo que sea necesario hasta que se cumplan los compromisos. “Este no es un escenario de renegociación. Lo que se está mirando es el nivel de cumplimiento de lo pactado por parte del Gobierno”, indicó a este medio el defensor.
En ese aspecto, la única solución rápida que tendría el paro sería “Que el Gobierno tome acciones de cumplimiento”, señaló el funcionario.
Asesinato de liberado por el Eln
La violencia en Chocó se hizo evidente este martes cuando los dos hombres liberados por el Eln y entregados al Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) fueron atacados en Quibdó por sujetos que portaban armas de fuego y que, al parecer, pertenecen a una banda criminal.
El hecho le causó la muerte a Carlos Alberto Ramírez, mientras que Carlos Alberto Cáceres fue remitido a un hospital de la ciudad, donde se recupera de las heridas de bala que recibió.
El coronel John Milton Arévalo, comandante de la Policía del departamento, dijo a periodistas que el hecho se presentó después de que los liberados se reencontraran con su familia. Al parecer, ambos estaban en una casa de paso, salieron a un establecimiento comercial cercano y cuando regresaban fueron tiroteados por desconocidos.
Paro Buenaventura
Por los mismos motivos Buenaventura, el puerto del Valle del Cauca que está unido al Chocó por el Litoral San Juan, también se declaró en paro.
Narcilo Rosero, representante del Comité del Agua que defiende el acceso a este líquido vital para la población, aseguró que todo el puerto está unido al paro. “Estamos concentrándonos en siete puntos de la ciudad, todos los días, para expresar nuestras inconformidades. Este miércoles hicimos una marcha multitudinaria a la que se unieron los mototaxitas y los comerciantes, quienes no abrirán sus locales durante el paro como forma de protesta”, indicó este líder social.
Según explicó Rosero a PUBLIMETRO, están solicitando al Gobierno que “atienda los requerimientos de Buenaventura y que declaren la emergencia social, económica y ecológica para que puedan cumplir con los compromisos que se pactaron”.
Este líder contó que además de los problemas económicos, la salud también está en crisis. “No tenemos hospital de segundo y tercer nivel. Necesitamos la ampliación de los puestos de salud y una morgue, que no tenemos”.
Esta población, junto a todo el Chocó, seguirán firmes con su protesta hasta que sientan que el Estado les cumplirá.