La Superintendencia de Vigilancia y Seguridad Privada sancionó a Advipor Limitada, la empresa de vigilancia del edificio Equus 66, en el que sucedió el asesinato de la menor Yuliana Samboní porque la entidad cometió diferentes fallas el 4 de diciembre de 2016, como informó Revista Semana.
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De acuerdo al superintendente Israel Londoño, el vigilante Fernando Merchán no estaba acreditado como guardián porque no tenía los cursos de capacitación adecuados para este trabajo.
También, hubo faltas en el protocolo porque el vigilante de turno de esa mañana no reportó el ingreso irregular de Yuliana al edificio. Así, el vigilante debió comentarle a su supervisor que la niña había ingresado a la fuerza para que éste le avisara a un Policía.
Igualmente, la empresa Advipor fue sancionada por el exceso de las jornadas laborales y el cobro de tarifas por debajo de lo establecido.
Por esto, la empresa tendrá que pagar una multa de 50 salarios mínimos y podrá interponer recurso de reposición en un plazo de 15 días.
Fernando Merchán se suicidó porque, de acuerdo a su testimonio, entró en depresión al sentirse culpado por sus jefes de la empresa de seguridad.
