Mucho ya se ha dicho sobre el referendo que prohíbe la adopción por parejas del mismo sexo y personas solteras. Sin embargo, muy poco se ha indagado sobre el trasfondo de este tsunami de opiniones que creó Vivane Morales.
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Antes de ser radicado en el Congreso, el 20 de julio de 2016, Morales ya había encendido el debate nacional y así logró recoger 2’300.000 firmas de colombianos que estaban de acuerdo con que solo una pareja conformada por un hombre y una mujer adoptaran niños. Esto a pesar de la decisión que ya había tomado la Corte Constitucional en noviembre de 2015.
En esa oportunidad, el alto tribunal decidió garantizar el derecho superior de un menor a tener una familia, incluyendo las conformadas por personas del mismo sexo. «La adopción de niños por personas con orientación sexual diversa, en general, y por parejas del mismo sexo, en particular, no afecta por sí misma el interés superior del menor, ni compromete de manera negativa su salud física y mental o su desarrollo integral», se leía en la ponencia que proponía la adopción igualitaria en Colombia.
Este es el motivo por el que, para muchos políticos y constitucionalistas, era incoherente la propuesta de Morales y su esposo, el pastor Carlos Lucio.
Sin embargo, el proyecto de acto legislativo, para realizar un referendo y que fueran los colombianos los que decidieran sobre este tema, fue aprobado en Senado a finales de 2016 y debía continuar su curso en la Cámara para que, de ser aceptada, pasara a sanción presidencial.
Pero esto no pasó. En la votación de este miércoles en la Comisión Primera de la Cámara se hundió el proyecto.
Tal vez, después de esto, Morales y su esposo se fueron a su casa, ambos cabizbajos. O tal vez no.
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Estrategia política
La senadora Claudia López ha sido una fuerte opositora de esta iniciativa de Morales por considerarla inconstitucional y por creer que “el Congreso tiene cosas más importantes de las cuales ocuparse que del caballito de batalla de una senadora en campaña política”.
Y tal parece que eso hacía la legisladora con este proyecto que le permitió medir su fuerza política, ad portas de un congreso del partido Liberal, del que seguramente saldrán los candidatos a las próximas elecciones presidenciales.
La pregunta ahora es: ¿Será Viviane Morales candidata presidencial en 2018 o unirá fuerzas con alguna otra figura política?
Ese podría ser Alejandro Ordóñez, quien aún no ha oficializado su candidatura, pero sí ha trabajado fuertemente en temas como la defensa de la familia tradicional y la lucha contra la ideología de género que, según él, el Gobierno busca imponer.
Casualmente, ambos puntos fueron usados por la senadora durante los debates y este último, el de la ideología de género, lo mencionó en un audio enviado a sus seguidores hace pocos días, en el que pedía que hicieran ayuno para que el debate prosperara.
Desde el interior del Partido Liberal hay apoyo total hacia la senadora y así se lo hicieron saber con una carta enviada al Congreso en la que pedían a los legisladores de ese grupo político votar en bloque a favor de la propuesta de referendo contra la adopción.
