El 2 de febrero de 2017 fue un día que afectó a personas como Juliana Gómez, quien había comprado una bicicleta eléctrica.
Las razones por las que Juliana compró la bicicleta eléctrica es que no tenía que montar en Transmilenio para llegar a su trabajo. Además, no llegaría con sudor por el ejercicio realizado por pedalear. También, podía circular por la cicloruta sin ningún problema.
El 2 de febrero cambió el rumbo de las bicicletas y bicitaxis con motor que antes podían andar libremente por las ciclovías de Bogotá.
El Ministerio de Transporte estableció la resolución 160 de 2017, que exige diferentes obligaciones a los dueños de estos vehículos.
Algunas de las obligaciones que deben cumplir los vehículos son:
1. Inscribirse en el Registro Nacional Automotor del Registro Único Nacional de Tránsito (RUNT).
2. Portar placas reflectivas.
3. No pueden circular por las ciclovías.
4. Sacar la Licencia de Tránsito del Vehículo.
5. Portar el seguro obligatorio (SOAT).
6. Portar el Certificado de Revisión Técnico Mecánica y de Emisiones Contaminantes.
Esta resolución no aplica para las bicicletas con pedaleo asistido o para las sillas de ruedas usadas por personas con discapacidad.
Bajo estas obligaciones del Ministerio de Transporte, Juliana se vio obligada a vender su bicicleta eléctrica y comprar una que se ajustara a sus necesidades. Ella leyó bien la resolución y observó que podía seguir en la ciclorruta si compraba una bicicleta eléctrica que no alcanzara una velocidad mayor de 25 km por hora y que no si pesara más de 35 kilos.
“Estoy de acuerdo con que tengamos que sacar la documentación necesaria, pero es peligroso que nos saquen de las ciclorutas porque en una calle normal hay muchos tipos de vehículos y nosotros nos vemos expuestos a muchos peligros”, afirma Gómez.
Otros usuarios han optado por realizar protestas por la resolución 160 y se manifestaron ayer en una “Rodada por la Vida” en el occidente de Bogotá para ser escuchados por el Ministerio de Transporte.
Bogotá