Al Hospital Federico Lleras de Ibagué, fue trasladada Sara Salazar, una niña proveniente de Armero, en el departamento de Tolima, quien fue asesinada, como informó Noticias Caracol.
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El coronel Marcelo Russi, comandante de la Policía del Tolima, afirmó que «llegó con un trauma de cráneo encefálico, diferentes laceraciones en el cuerpo, y de acuerdo a lo informado, fue objeto de abuso».
Algunos de los responsables serían los que vivieron con ella. Una de las torturas que sufrió la menor es que se le quitó un dedo de una de sus manos. Sara tenía tres años de edad.
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El comandante aseguró que hay un equipo de trabajo para recopilar la evidencia física y encontrar a los responsables, en coordinación con la Fiscalía General de la Nación.
La menor habría sido abandonada por la madre hace un año.
«La llevó la madre sustituta, quien es la que la presenta al hospital de Guayabal y la acompaña al Hospital de Ibagué en la ambulancia», según el comandante.
«Al parecer, hay negligencia por parte de la comisaria de familia del municipio de Armero Guayabal, quien habría entregado en custodia a esta niña a una familia que no reunía las condiciones y fue la primera que conoció el viernes 21 de abril, el estado de Sara», agregó Ricardo Orozco, Secretario de Gobierno del Tolima.
Actualmente, la Fiscalía y la Policía hacen las investigaciones referentes al caso en la finca donde se produjeron los hechos.
Varias mujeres realizaron platones al frente del Hospital Federico Lleras para denunciar el caso, como informó Noticias Caracol.
«Así como pasó con Yuliana, este caso es aberrante, fue terrible. ¿Cómo no le van a seguir los pasos a una niña que está desnutrida?», expresó Estela Gordillo, Presidenta de la Red de Mujeres del Tolima.
La directora del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF), Cristina Plazas Michelsen se manifestó sobre los hechos afirmó que «hechos tan aberrantes como los que vivió esta niña no pueden quedar impunes. Hoy, más que nunca, ratifico mi propuesta de cadena perpetua para los abusadores de niños. Es una verguenza para nosotros como sociedad que nuestros niños sigan siendo ultrajados y asesinados».
Michelsen aclaró que la niña no se encontraba en un hogar sustituto del ICBF y pidió que en este caso haya la misma rapidez que en el caso de Yuliana para dar con los responsables del crimen.