Carlos Riascos, de 56 años, compró un terreno en Mocoa en el que empezó a sembrar árboles por su fascinación con la naturaleza, como informó Noticias RCN.
PUBLICIDAD
Gracias a estos árboles, logró detener la avalancha que sucedió en esta ciudad del país.
“Recogía semillas, hice semilleros y empecé a sembrar. Hasta que logré sembrar 10 hectáreas de bosques. En un principio le decían que estaba loco”.
Riascos fue testigo de una avalancha en 1951 cuando tenía 10 años. Este accidente fue similar al que ocurrió el sábado 1 de abril.
“Pensando en que se podía repetir, sembré árboles en la cabecera de la finca. Gracias a esos árboles, se disminuyó el impacto de esta avalancha”.
Actualmente, Riascos siente agradecimiento porque la naturaleza le retribuyó el cuidado y dedicación de muchos años.
“Nunca creí que ese bosque fuera a salvar tanta gente”, aseguró Carlos.