El barrio Olímpico de la ciudad colombiana de Mocoa cuenta con un polideportivo, calles embarradas, una gran estación de Policía y, desde
hace unos días, un refugio lleno de voluntarios que reciben, dan tratamiento y cuidan a los animales que sobrevivieron a la avalancha que asoló la localidad. El albergue animal lo han improvisado los voluntarios tras la estación y por él pululan perros, gatos, curiosos, sobrevivientes buscando a sus mascotas y una docena de policías que colaboran con su mejor voluntad para acomodar a los animales.
EFE