Cuatro presos han muerto en esta cárcel del norte de Mexico, donde los familiares de los internos esperan conocer las identidades también de la veintena de heridos. Con el humo de los colchones quemados aún visible, los responsables de la prisión de Cadereyta en Nuevo León, hacen balance de tres días de revueltas. Todo empezó cuando los presos se negaron a ser sometidos a una revisión corporal en busca de drogas. Algunos incluso asaltaron la farmacia de la prisión. Uno de los cuatro fallecidos podría haber muerto intoxicado por ingerir medicamentos robados del consultorio. Video: Reuters.
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