Han pasado cuatro años de la muerte del actor Paul Walker y aún siguen saliendo a luz algunas detalles de las investigaciones sobre el accidente.
Su vida se truncó cuando el Porsche en el que viajaba se estrelló el 30 de noviembre de 2013.
Detalles desconcertantes
El abogado Craig McClellan aseguró que el actor de “Rápido y Furioso” no falleció por el impacto.
De acuerdo con el profesional, Paul murió calcinado al quedar atorado entre el tanque de gasolina y el motor.
“Cuando ocurrió la colisión, el GT Carrera fue básicamente partido a la mitad. El compartimento de pasajeros iba por un lado, el tanque de gasolina y el motor iban en sentido contrario y Paul estaba atrapado entre los dos”, reveló.
Craig señaló que Walker quedó atrapado con las costillas, la clavícula y el brazo, pero aún respiraba cuando el carro se envolvió en llamas.
Estaba respirando, y no fue capaz de salir porque estaba atado y atrapado”, finalizó MClellan.
Esto sale a luz por los hallazgos de hollín en su tráquea que fueron encontrados durante la autopsia.
Recuerda a su amigo
Tras la muerte de Paul, Vin Diesel estuvo a punto de tirar la toalla y dejar para siempre la franquicia, pero siguió adelante como homenaje a él.
Así lo dijo el protagonista y productor, inmerso ya en la promoción de la nueva entrega de la saga que llegará a los cines el 14 de abril.
“No era tanto si la franquicia iba a tener éxito o no, sino si yo mismo iba a poder sobrevivir sin Paul”
El actor revela además que su objetivo durante las grabaciones de “Fast & Furious 8” no era precisamente el éxito en taquilla.
“La pregunta debería de ser si en algún momento dejé de pensar en Paul. Todos los días me decía a mí mismo ‘esta película tiene que ser increíble en honor a Paul»
