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Fue madre a los 72 años y sufre la maternidad

Casi un año después, Armaan ya gatea por toda su casa de Amristar, en Punjab. Y su madre, de 73 años, admite que le es difícil seguirle el ritmo al niño al que dejó de amamantar a los 3 meses.

El 19 de abril de 2016, la india Daljinder Kaur fue madre de un niño de apenas 1,62 kilogramos al que llamó Armaan. No fue un parto habitual: Daljinder estaba dando a luz a su primer hijo a los 72 años.

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Casi un año después, Armaan ya gatea por toda su casa de Amristar, en Punjab. Y su madre, de 73 años, admite que le es difícil seguirle el ritmo al niño al que dejó de amamantar a los 3 meses.

«Mi presión sanguínea ha sufrido y me cansó muy rápido. Los doctores me dieron una dieta y algunos remedios. Pero estoy preocupada por Armaan. Tengo que atender mi salud, pero tengo que cuidar de Armaan también», cuenta la madre septuagenaria.

«Desde que gatea, tengo que estar yo también apoyada con mi manos y rodillas en el suelo, y se me hace duro. Está siendo más difícil de lo que pensaba».

Daljinder y su esposo, Mohinder Singh Gill, de 80 años, tuvieron a su primer hijo después de 46 años de matrimonio y tras un tratamiento de fertilización después de varios intentos fallidos.

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Armaan, ya tiene 11 meses y pesa sólo 6,8 kilos. «Todavía está bajo de peso. Es muy delgado y los pañales de su edad le quedan grandes. Es posible que sea delgado porque no lo pude amamantar lo suficiente porque no tenía suficiente leche», se lamenta su madre pero asegura que los doctores aseguran que Armaan «irá ganando peso naturalmente».

Daljinder admite las dificultades de la maternidad a su edad: «Me canso mucho y sólo puedo descansar cuando él se duerme. Mi marido y yo nos enfermamos frecuentemente por nuestra edad, pero nuestra prioridad es cuidar a nuestro hijo».

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Sin embargo, no se arrepienten

«No importa donde esté, Armann siempre viene gateando hacia mí con una sonrisa. Lo amo. Y es muy sociable, lo que hace las cosas más fáciles cuando estamos con otras personas».

Daljinder decidió no contratar ninguna persona que la ayude, por lo que ella y su marido se turnan para estar con el niño todo el día.

Cuando cumpla un año, o llevarán al templo de Amritsar para una bendición. «No queremos una fiesta. El ya ha sido una bendición de Dios. Nosotros también necesitamos bendiciones para tener la mejor salud posible y poder acompañarlo por mucho tiempo».

Fuente: Infobae 

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