Colombia

Como perros y gatos están los precandidatos a la Presidencia

Estamos a 1 año y unos meses de las elecciones presidenciales de 2018. La tensión y los rostros se van esclareciendo, pero lo que pareciera ser una lucha interpartidaria, se ha vuelto una lucha de precandidatos y opcionados, pues decidir quién será el elegido se ha vuelto un problema al interior de las colectividades porque parecieran estar en «guerra» por la puja por la Presidencia.

Hace unos días explotó la discusión entre el Polo Democrático Alternativo. Y es que la disputa entre los que hace unos años eran más que copartidarios, la ministra de Trabajo, Clara López, y el senador, Jorge Enrique Robledo, se intensificó tras la puesta en marcha de sus aspiraciones políticas. Aunque la rencilla puede venir de atrás, desde que la ministra aceptó el cargo  que sorpresivamente le ofreció el presidente Juan Manuel Santos en 2015.

La guerra inició, cuando a finales de 2016, Robledo inscribió su aspiración a ser candidato por el Polo Democrático Alternativo, a las elecciones de 2018 que definirán quién será el sucesor de Juan Manuel Santos. Y López se intentó inscribir pero le dijeron que los planes eran otros, a todas luces.

Los seguidores del Movimiento Obrero Independiente y Revolucionario- el conocido MOIR, una fracción del Polo, en la izquierda colombiana, apoyaron la candidatura de Robledo y se volvieron fieles opositores de López, según muchos, después de que esta empezara a hacer parte del Gobierno Santos; pero los ‘claristas’ afirman que se hicieron triquiñuelas para dejar a la expresidenta del Polo por fuera de la contienda.

López respondió que sí se inscribió pero que en el Polo decidieron que tendrían candidato único y que sería Robledo. A los que la tildan de «traicionera» por su unión al Gobierno les cantó con claridad: «Hago oposición desde el gabinete». Los ‘robledistas’ no se comen ese maní. Y es que el ahora candidato la interpeló sin que se oyera su nombre: «Uno no puede ser parte del Gobierno y ser de la oposición al mismo tiempo. Es como meter un  cuadrado en un círculo».

Los dos examigos, excompañeros ya no lo son y es que hace más de seis meses no cruzan palabra. La «gran convergencia Nacional» con la que hoy, alzan sus astas para ondear su bandera política, está muy lejos de ser la unidad del Polo, lo que a todas luces terminó de fragmentar al partido amarillo y en donde se sabe bien que será difícil recuperar esos votos del contrincante interno. Ahora Robledo busca alianza con los Verdes y los ‘fajardistas’; y López habla de una convergencia para no dejar caer la paz.

 

La pelea no es exclusiva de un lado de la oposición

Y es que esta lucha no es exclusiva del partido de izquierda. En el otro lado de la oposición, en el Centro Democrático, el agua pasa por el mismo lado. Tras dos meses en los que Óscar Iván Zuluaga desapareció de la contienda electoral para poder responder sobre las supuestas infiltraciones de dineros de Odebrecht en su campaña presidencial en 2014, pareciera ser que la senda luminosa se abrió para Iván Duque, quien hoy posa con la mayor probabilidad de convertirse en el candidato uribista, pero la cosa no es tan sencilla.

Una carta enviada al líder natural del partido, el senador Álvaro Uribe Vélez, por parte de una fracción del uribismo, prendió las alarmas con el futuro político del partido. La petición era simple, que Iván Duque no fuera tenido en cuenta por el Centro Democrático para ser el candidato a la Presidencia. ¿La razón? Una columna de opinión en el periódico El Tiempo del 98 en donde Duque lanzaba fuertes juicios en contra del ahora general retirado Harold Bedoya Pizarro, un faro en el uribismo moderno, y en donde, además, justificaba el actuar del expresidente Ernesto Samper.

Los uribistas, hoy tildan a Duque de «izquierdista disfrazado de uribista», del #Infiltrado2 (haciendo referencia a Juan Manuel Santos que, según ellos, fue el primero), y dicen que sería un «cabezazo monumental». ¿Qué va a pasar con la candidatura de una de las fuerzas políticas más importantes del país? Hoy por hoy, las fichas políticas no son claras en el partido del senador Uribe. Suena Carlos Holmes Trujillo, pero muy poco le creen a esta opción. Los guiños se hacen al exprocurador Alejandro Ordóñez, a quien se le ha visto recientemente en muchas reuniones con el exmandatario, pero su partido natural sería el Conservador que no se libra de las controversias internas.

 

Los conservadores no se deciden

Hay que recordar que los conservadores tienen adscritas dos fuerzas. Por un lado están aquellos anexos a la Unidad Nacional, de los que hacen parte el ministro Mauricio Cárdenas, pero también está el sector de oposición, conformado por Martha Lucía Ramírez y el exprocurador Alejandro Ordóñez, quien según fuentes cercanas ha sido enfático en mencionar que necesita saber exactamente cómo será el procedimiento para escoger al candidato de la colectividad, pero la pequeña guerra se vive entre santistas y uribistas. Por ahora no definen el nombre, pero el que más fuerte suena es el del exprocurador, pues se habla de la posible salida del ministro de Hacienda como embajador en Estados Unidos, puesto que le quitaría a Juan Carlos pinzón, quien ahora desempeña el cargo… pero la jugada no es en contra del exministro de Defensa, pues este vive su propia lucha interpartidaria en el partido de la U.

 

¿Quién será el candidato del santismo?

En el Partido de La U las cosas parecen estar calladas, pero lo cierto es que allegados a la colectividad anuncian que la jugada de mandar a Mauricio Cárdenas a Estados Unidos, no es más que el guiño en positivo para Juan Carlos Pinzón, quien suena como ficha presidencial del santismo, pero también se habla de la indisposición de muchos sectores que aseguran que el candidato natural debería ser el exministro caucano, Aurelio Iragorri, del que el año pasado se había hablado como una posible fórmula vicepresidencial del candidato de la paz, Humberto de la Calle, que muchos cuadran en el partido de La U y en el Liberal. Aunque lo único cierto es que no se le conocen aspiraciones presidenciales.

 

El liberalismo: el partido de muchas caras visibles

El liberalismo hoy presta a muchas de las caras posibles con ganas de lanzarse a las elecciones del 2018. Luis Fernando Velasco, el actual ministro Juan Fernando Cristo, el posible Humberto de la Calle y Juan Manuel Galán. Aunque las divisiones no saltan a la vista, el hecho es que no se han podido poner de acuerdo en el método con el que escogerán a su candidato. Mucho se habló en el Congreso Liberal fallido del 2016, pero lo hoy cierto es que hay muchos aspirantes con ganas de una consulta interna, en la que analistas políticos aseguran que saldría beneficiado el expresidente del Senado, el caucano Velasco, pero el candidato del santismo pareciera ser el ministro del Interior, pero no hay nada definido.

 

El varguismo y su partido fragmentado

Uno de los partidos más enredados en cuestiones electorales es el Cambio Radical. Recientemente renunció Rodrigo Lara, el presidente de la colectividad tras el problema por los avales a candidatos que hoy tienen desangrada a La Guajira. Y es que Carlos Fernando Galán, escudero fiel de Vargas Lleras tuvo su agarrón con Lara y el partido quedó sin voz creíble, tanto así que el vicepresidente que se retiraría la otra semana de su cargo para aspirar oficialmente a la Presidencia, pensó en lanzar su candidatura por medio de recolección de firmas, pero lo que hoy es cierto, es que Lara se apartó para que Germán Vargas Lleras tomará control directo de la colectividad.

 

Muchas voces suenan, pero ciertamente se entiende que aún no se perfilan los rostros que competirán por el lugar privilegiado en la Casa de Nariño, y los partidos, como plataformas políticas que sirven como trampolín, están muy lejos de unirse en torno a la Presidencia. Hoy, se ve que son elecciones de candidatos y no de movimientos partidarios.

 

Síguenos en Google News:Google News

Contenido Patrocinado

Lo Último