A media hora de Bogotá, subiendo por la vía a la Calera, se encuentran dos hermosas caídas de agua: son la Cascada del Salto del hippie y de Santa Ana.
A pesar del bello paisaje que aportan, se abren paso entre los cerros orientales en medio de una preocupante situación… la contaminación. Por esta razón no pueden ser admiradas por los capitalinos.
La basura de los barrios de la zona alta de Chapinero es arrastrada por el agua y contamina este hermoso paraje.
Las autoridades capitalinas están enterados del tema desde el año pasado.
Y mediante un futuro sendero y un cable quieren abrirle acceso a los bogotanos. ¿No sería grato tenerlas de vuelta?
