De acuerdo con El Colombiano, los familiares se percataron que algo sucedía cuando en la mañana de este domingo 12 de febrero de 2017 el joven no salía de su habitación y fue el padre quien decidió entrar a ver qué sucedía, encontró el cuerpo sin vida y con señales de haberse inyectado heroína.
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Según la información suministrada a las autoridades el joven había iniciado el consumo de la heroína desde hacía unos meses, estaba desescolarizados, trabajaba en las calles vendiendo manillas y había malabares en los semáforos.
Hugo Alberto Gallego, médico toxicólogo de la Clínica las Américas, le dijo al mismo medio que existe una alerta nacional en seis ciudades del país: Medellín, Cali, Armenia, Pereira, Cúcuta, Bogotá y en Santander de Quilichao, departamento de Cauca, por un “brote epidémico” por el consumo de esta droga, que tiene “nefastas consecuencias para la integridad física y mental de los humanos”.
Gallego alertó al decir que por su bajo costo ha trascendido los estratos sociales, “ya se ven habitantes de calle inyectándose a cualquier hora en los espacios públicos”.
