Imagine esta situación. Su hija de 7 o 9 años de edad le cuenta que un profesor realiza actividades lúdicas para tocar sus partes íntimas. Esta situación, que suena monstruosa y aterradora, no es sacada de la ficción. Exactamente este fue uno de los episodios que involucró a Néstor Osvaldo Ávila de 36 años, docente del colegio Institución Educativa Codema.
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El profesor que fue puesto en prisión por petición de la Dirección Seccional de Fiscalías de Bogotá, habría abusado múltiples veces de menores de entre 10 y 12 años de edad, estudiantes de colegios públicos de Ciudad Bolívar, Bosa y Kennedy, según informó la Fiscalía General de la Nación.
El profesor «les hacía cosquillas, las sentaba en sus piernas y luego les tocaba sus partes íntimas», según afirmó un testigo que será tenido en cuenta en el proceso penal.
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Tras el hecho, las autoridades pusieron la lupa sobre los casos de violencia sexual que se presentan al interior de las instituciones educativas del Distrito. Según la secretaria de Educación de Bogotá, María Victoria Angulo, se adelantan 91 procesos de investigación en contra de 89 hombres y 2 mujeres, docentes y personal de colegios públicos que se habrían visto envueltos en casos de abuso sexual a menores.
“La Secretaría de Educación, por ley, es una instancia disciplinar en estos casos. A la entidad han llegado, entre 2015 y 2016, 91 de casos de los cuales se han fallado 32: 10 de ellos con destitución y 22 con sanción disciplinar. Adelantaremos las investigaciones con todo el rigor, pues no hay derecho que esto pase con nuestros niños y niñas”, declaró la funcionaria.
Según la entidad distrital 49 de esas denuncias apuntan a abusos por parte de educadores a niños de primaria y 72 denuncias se relacionan con adolescentes entre los 14 y 18 años.
«No hay derecho a que esto pase con nuestros niños y niñas», y en esto fue enfática la funcionaria, pero también dejó entrever su preocupación por posible generalización. «Tenemos que ser muy cuidadosos con no estigmatizar a nuestros docentes. Estos 91 casos merecen toda la investigación del caso y el rigor, pero debo recordar que bajo mi cargo tengo 35000 docentes que realizan una labor titánica».
Por su parte, Patricia Mosquera, concejal del Partido de la U asegura que el problema radica en la reducida cantidad de profesionales de psicología u orientadores y auxiliares por institución educativa: «hemos venido solicitando de manera recurrente a la Secretaría de Educación que hayan psicólogos y orientadores de manera permanente en las instituciones educativas, para poder identificar estos casos», aseguró la cabildante.
Aunque en el número de casos investigados por la secretaria da escalofríos, Mosquera asegura que las cifras siguen siendo pequeñas en consideración con la población estudiantil bogotana:
«Una de las preocupaciones es que aún los niños no denuncian. Cuando son menores lo hacen porque los psicólogos hacen seguimientos, pero cuando son más grandes les da miedo denunciar», Patricia Mosquera.
«Desde que se dio el caso de Yuliana Samboni, más personas se han tomado en serio lo de denuncir. Sienten que si hubi¡o justicia para ella habrá justicia para todos», aseguró la concejal. Y es que según cifras del Icbf en diciembre se dispararon las cifras de denuncia de casos de violaciones a menores.
«Las cifras que presenta la secretaría son alarmantes, pero cuando uno piensa que según cifras oficiales cada hora son violados 5 niños en el país, uno aplaude que el distrito esté denunciando. Dejando ver la situación se llega a mejores procesos de control y de protección para los menores», puntualizó Mosquera.
La cifra
Hasta agosto del 2016 se denunciaron 874 casos de presunta violencia sexual contra estudiantes, es decir que cada día se reportaron 4 hechos de esta naturaleza en contra de menores, según la Secretaría de Educación.
Ciudad Bolívar es la localidad que más suma casos con 132, seguida de Bosa que reportó 116, Usme y Engativá con 83 y Suba con 77.