Van portando su uniforme, con sus armas al hombro y una bandera blanca en el pecho.
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En los últimos tres días dejaron las montañas de Colombia, donde se escondían, para darle la cara al país y empezar a vivir el posconflicto. A pie, en camionetas y lanchas comenzaron a llegar a las zonas donde permanecerán los próximos seis meses.
Y no iban solos. Por primera vez en la historia del país los colombianos vieron a las Farc escoltados por miembros de la Policía, el Ejército y Naciones Unidas.
Durante los años de conflicto los guerrilleros acostumbraban a cambiar constantemente de lugares y para eso realizaban marchas que podían durar semanas y hasta meses. Por eso esta última marcha ha significado un momento histórico para ellos y el Gobierno.
«¿Quién se hubiera imaginado a las Farc, con sus fusiles, caminando hacia esas zonas para entregárselos a las Naciones Unidas? Eso es algo extraordinario que el mundo está viendo y aplaudiendo», dijo el presidente Juan Manuel Santos este fin de semana.
Según lo pactado, el quinto día después de la refrendación del acuerdo de paz los miembros de la guerrilla debieron empezar la movilización hacia las 20 zonas veredales transitorias de normalización y los siete puntos transitorios de normalización.
Pero son muchas las promesas en el papel que no se han podido cumplir en la realidad y la movilización de las Farc no es el único incumplimiento de la agenda.
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El Gobierno ha reconocido en repetidas oportunidades que debido al atraso que causó el plebiscito, el difícil acceso a los terrenos donde estarán las zonas y otros detalles sobre la organización no se han podido entregar las zonas de concentración al 100%.
A pesar de estas dificultades, los guerrilleros ya están en las zonas de concentración dispuestos a adecuar los lugares y trabajar junto a los organismos del Estado para poder empezar la desmovilización.
La frase:
“La noticia que esperamos por años es hoy una realidad. La guerra con las Farc es historia. Dejan de existir como grupo armado”, dijo Juan Manuel Santos.
