En días pasados un grupo de taxistas quemaron un carro de Uber, en Bogotá, los autores del hecho persiguieron el automóvil hasta interceptarlo con dos pasajeros en su interior. Según cámaras de seguridad, la persecución la hicieron varios taxistas por la Avenida Boyacá, interceptaron al carro, le arrojaron gasolina y lo incendiaron. La persona que iba manejando el vehículo y los dos pasajeros alcanzaron a salir del carro antes del incendio.
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Este es solo uno de los casos en donde taxistas han agredido a usuarios y conductores del servicio Uber, teniendo en cuenta que no se puede tomar justicia por las propias manos, los penalistas Diana Maya y David Teleky dijeron al periódico El Tiempo en el pasado mes de Octubre que este tipo de conductas donde los conductores de carros amarillos retienen a pasajeros o agreden a conductores de los carros blancos podrían ser calificadas como secuestro, instigación a delinquir, incluso el delito de amenaza.
“El hecho de que aún no se haya calificado si el servicio de Uber es legal o ilegal o bajo qué parámetros podría o no prestarse, no constituye razón suficiente para que el gremio de los taxistas incurra en vías de hecho, que podrían configurar conductas punibles”, dijo a El Tiempo Diana Maya.
Además agregan que hay penalistas que creen que se les puede imputar secuestro extorsivo, lo que aumenta en 8 años el castigo.