Que los del ‘no’ utilizaron los 11 principios de la propaganda nazi es el argumento que usó un ciudadano para defender ante la justicia colombiana su derecho a vivir en paz.
PUBLICIDAD
Después de conocerse el resultado del plebiscito del pasado 2 de octubre y la entrevista que Juan Carlos Vélez Uribe en la que reconoce que los del ‘no’ mintieron en la campaña para ganar en esa jornada electoral, miles de demandas de los colombianos llenaron los despachos de los tribunales de justicia para reclamar la implementación del acuerdo de paz con las Farc.
Una de esas tutelas la presentó el abogado Carlos Alberto Maya quien compara la política del uribismo con la de los nazis, según El Espectador.
Él hace referencia, específicamente, a los postulados de Joseph Goebbels, quien fue el responsable del Ministerio de Educación Popular y Propaganda en la Alemania de Adolfo Hitler.
Por eso pidió al Tribunal que comparara “los 11 principios de la propaganda nazi con las mentiras que transmitieron los promotores del ‘no’ al plebiscito, para que verifiquen su similitud y comprueben cómo se ejerció violencia psicológica sobre el electorado”.
Si usted quiere ayudar al Tribunal Administrativo de Cundinamarca a comparar los 11 principios de la propaganda nazi de Joseph Goebbels con los que usaron los del ‘no’, aquí le dejamos los 11 puntos:
- Principio de simplificación y del enemigo único. Adoptar una única idea, un único Símbolo; Individualizar al adversario en un único enemigo.
- Principio del método de contagio. Reunir diversos adversarios en una sola categoría o individuo; Los adversarios han de constituirse en suma individualizada.
- Principio de la transposición. Cargar sobre el adversario los propios errores o defectos, respondiendo el ataque con el ataque. “Si no puedes negar las malas noticias, inventa otras que las distraigan”.
- Principio de la exageración y desfiguración. Convertir cualquier anécdota, por pequeña que sea, en amenaza grave.
- Principio de la vulgarización. “Toda propaganda debe ser popular, adaptando su nivel al menos inteligente de los individuos a los que va dirigida. Cuanto más grande sea la masa a convencer, más pequeño ha de ser el esfuerzo mental a realizar. La capacidad receptiva de las masas es limitada y su comprensión escasa; además, tienen gran facilidad para olvidar”.
- Principio de orquestación. “La propaganda debe limitarse a un número pequeño de ideas y repetirlas incansablemente, presentadas una y otra vez desde diferentes perspectivas pero siempre convergiendo sobre el mismo concepto. Sin fisuras ni dudas”. De aquí viene también la famosa frase: “Si una mentira se repite suficientemente, acaba por convertirse en verdad”.
- Principio de renovación. Hay que emitir constantemente informaciones y argumentos nuevos a un ritmo tal que cuando el adversario responda el público esté ya interesado en otra cosa. Las respuestas del adversario nunca han de poder contrarrestar el nivel creciente de acusaciones.
- Principio de la verosimilitud. Construir argumentos a partir de fuentes diversas, a través de los llamados globos sondas o de informaciones fragmentarias.
- Principio de la silenciación. Acallar sobre las cuestiones sobre las que no se tienen argumentos y disimular las noticias que favorecen el adversario, también contraprogramando con la ayuda de medios de comunicación afines.
- Principio de la transfusión. Por regla general la propaganda opera siempre a partir de un sustrato preexistente, ya sea una mitología nacional o un complejo de odios y prejuicios tradicionales; se trata de difundir argumentos que puedan arraigar en actitudes primitivas.
- Principio de la unanimidad. Llegar a convencer a mucha gente que se piensa “como todo el mundo”, creando impresión de unanimidad.
PUBLICIDAD
También le puede interesar: