Un giro se dio en la investigación por el homicidio de Sandra Patricia Pérez Álvarez, la diseñadora asesinada en Usaquén el pasado martes en un caso muy complejo que tendría su motivo en una disputa por tierras.
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El exesposo de Pérez Álvarez y padre de su hija, quien ya murió, era el único sucesor de una pareja asesinada en 2007, aparentemente por bandas delincuenciales que se habían apoderado de un grupo de fincas en Fusagasugá (sur de Cundinamarca) y el Meta.
La diseñadora asesinada en Usaquén había empezado a adelantar los trabajos para la sucesión de su hija a estos predios, y estas bandas criminales habrían respondido con el sorprendente asesinato.
Sandra Patricia Pérez fue asesinada el pasado martes en su apartamento. El principal acusado es un hombre que llegó con uniforme de domiciliario y un ramo de flores, que pasó sin que los celadores del edificio dijeran nada. A los 10 minutos, la niña encontró a su madre tendida en el suelo, con un disparo en la cabeza y las flores en el suelo.
Por las irregularidades en el caso, la empresa que presta el servicio de vigilancia en el edificio emitió un comunicado en donde se asegura que no ha tenido sanciones y que los videos de las cámaras de seguridad fueron entregados al CTI para ayudar a esclarecer el homicidio.
