Un estudio presentado el pasado viernes, 2 de diciembre, señala que de los 4,4 millones de jóvenes de Argentina, más de un millón ni estudia, ni trabaja; y un 17,3 % de ellos, 765.000 personas, no busca empleo, lo que sitúa al país como una de las “locomotoras del desempleo” en Latinoamérica, la región con más paro juvenil en 2015.
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“América Latina ha sido la región que más contribuyó al desempleo juvenil durante el año pasado, un desempleo juvenil que aumentó considerablemente a nivel mundial y que estuvo muy cerca del porcentaje máximo que fue en el 2008”, aseguró a Efe el director general de Staffing América Latina e impulsor del estudio junto a la consultora laboral Adecco, Martín Padulla.
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Los datos recabados señalan que de los 4,4 millones de jóvenes de Argentina, 1.086.000 no estudia ni trabaja, de los cuales 765.000 son considerados “triple ni” porque ni estudian, ni trabajan y tampoco buscan empleo.
Esta problemática afecta especialmente a las mujeres, ya que 3 de cada 4 féminas son consideradas “Triple ni”, especialmente por el aumento de los embarazos en adolescente que “sigue en alza” en Argentina, al contrario del contexto mundial, y que favorece la renuncia a formación y empleo.
Padulla destaca el “gran impacto del informe”, cuyos datos remarcan también la situación de una parte de la población “vulnerable, muy marginada y con cierta inclusión”, aunque insisten en ver los datos como “una oportunidad”.
“Tenemos una oportunidad que tiene ‘deadline’ (fecha límite) en 2035”, cuando el bono demográfico que existe actualmente en Argentina -con mayor población en edad de trabajar que dependientes- “se invierta”, explicó Padulla.
El informe, titulado “Empleo joven e informalidad en Argentina”, cuenta con el aval del Ministerio de Educación de la Nación a través del Instituto Nacional de Educación Tecnológica.
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El director del Instituto Nacional de Educación Tecnológica (INET), Gabriel Sánchez, explicó a Efe que la situación afecta notoriamente a quienes se encuentran en un “cambio de etapa” estudiantil, por lo que según el informe es necesario “redefinir la enseñanza secundaria” para adaptarlo más a lo que hoy demanda el mercado laboral.
Para Sánchez, “es necesario hacer hincapié en aquellas profesiones que tengan futuro”.
“Muchas veces ofrecemos en el mundo de la educación capacidades y habilidades que ya no son tan demandadas en Argentina ni en el mundo”, dijo el director del INET, por lo que desde el Gobierno están poniendo el foco en “profesiones con futuro”, como las energías renovables, el software y la tecnología.
La falta de experiencia laboral es para un 67 % de los jóvenes otra de las principales complicaciones para acceder a un trabajo, una realidad que se contradice con las dificultades que aseguran enfrentar desde el sector empresarial para conseguir técnicos o ingenieros, entre otros perfiles profesionales.
Por otro lado, en los estratos sociales más bajos la gran amenaza es el trabajo informal, una realidad que afecta a 6 de cada 10 jóvenes.
Entre las recomendaciones del informe resaltan que el Estado debe cambiar rápido la tendencia aplicando políticas públicas en paralelo para “aprovechar el potencial productivo de la economía” con medidas que contribuyan al fomento de las becas formativas en empresas, incentiven el primer empleo y el emprendimiento, y profesionalizar los servicios públicos de empleo, entre otros.
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