Según el cronograma del Congreso, este lunes se radicarán las ponencias de la reforma tributaria para el primer debate en las comisiones económicas y el martes empezaría la votación. Sin embargo, las cosas no serían tan sencillas.
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El mayor temor es que la reforma se apruebe a “pupitrazos” porque quedan un poco más de 10 días para que sea discutida en el Senado.
En días anteriores el ministro Cárdenas planteó la necesidad de aprobar esta reforma antes que el 2016 se termine para que el país no sufra “graves consecuencias” en materia económica.
“La reforma está a tiempo de ser discutida en el Congreso. Se han cumplido las reuniones con los ponentes, se ha discutido ampliamente en muchos foros y la meta es que en la semana entrante se vote en comisiones económicas”, manifestó Cárdenas.
Pero parece que el senador Lizcano no piensa lo mismo.
En una carta dirigida al ministro, aseguró que la reforma tributaria necesita ser estudiada a fondo y por eso pidió 10 días para ser revisada. De ser así, su aprobación se daría en el 2017.
“La plenaria del Senado dispondrá de un tiempo de debate ponderado y prudente para debatir las diferentes medidas tributarias propuestas: requerimos al menos 10 días para el estudio de la reforma, inclusive en sesiones extraordinarias. En ningún caso pretendemos soslayar la labor legislativa aprobando disposiciones a pupitrazo”, escribió el senador en la misiva.
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Cambios en el proyecto
Al igual que el acuerdo de paz, esta reforma tributaria también ha sido sometida a discusiones con diferentes sectores y ya se anunció un texto diferente al presentado por el Ministerio de Hacienda a principios de noviembre.
Al parecer, las bebidas azucaradas no se gravarán, aunque el IVA del 19 % se mantiene (a pesar de los críticos) y la tabla para el cobro del impuesto de renta a personas naturales se mantiene, como la exención a las iglesias.
Pero, además de la propuesta presentada por el Gobierno, hay otras dos que también tendrán que estudiar: la presentada por el senador de Alianza Verde, Antonio Navarro, y la del Centro Democrático.
El dato:
Diferencias entre propuestas alternativas a las del Gobierno.
Antonio Navarro: Se sube el IVA al 19 %, pero uno de los 3 puntos adicionales se destinará a salud y educación. No hay cambio en el impuesto de renta y tumba el impuesto a las bebidas azucaradas.
Centro Democrático: El IVA se mantiene en el 16 % y también elimina el impuesto a las bebidas azucaradas. Propone reducir la renta a personas naturales y poner una renta del 30 % a las empresas.
