El hecho ocurrió en inmediaciones del río Geya, municipio del Bajo Baudó, en Chocó, donde vive una comunidad embera a la que pertenecía la niña indígena.
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Al parecer, la pequeña llegó hasta una cancha, junto a su madre, y tomó el balón para jugar con él haciendo, cuando estalló. Su madre sufrió heridas, pero sobrevivió al hecho.
Por eso el defensor del Pueblo, Carlos Alfonso Negret Mosquera, repudió y lamentó el hecho de violencia, al tiempo que hizo un llamado a las autoridades para que se realicen los programas necesarios que prevengan la vulneración de los derechos de los niños, niñas y adolescentes de regiones como el Baudó.
De hecho, la entidad “había advertido la presencia de estos artefactos explosivos y los riesgos que ellos suponen para los niños, niñas y comunidades de la región del alto, medio y bajo Baudó, a través de diferentes informes de riesgo y notas de seguimiento”.
