«La sugerencia del club es hacer aquí en el estadio un funeral colectivo», declaró a periodistas el secretario general de la Confederación Brasileña de Fútbol (CBF), Walter Feldman, en una rueda de prensa improvisada este martes sobre el césped del estadio Arena Condá, en Chapecó.
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El representante de la CBF confirmó que en estos momentos hay varios aviones de las Fuerzas Aéreas Brasileñas (FAB) en la ciudad de Manaos, en el norte del país, esperando a que concluyan los trabajos de identificación de los cadáveres para trasladar los cuerpos a Chapecó, en el sureño estado de Santa Catarina.
Feldman comentó que el traslado a Chapecó podría limitarse a los jugadores del Chapecoense, puesto que los familiares de las demás víctimas podrían preferir que sus cuerpos sean conducidos a otros destinos.
El directivo se mostró optimista sobre el rápido reconocimiento de las víctimas del siniestro debido a que la aeronave no explotó, lo que ha permitido que todos «los pasaportes sean identificados».
«El traslado de los familiares (a Medellín) no será necesario», afirmó Feldman, quien confirmó que el Gobierno de Colombia pidió la colaboración de un técnico ligado al Instituto Médico Legal brasileño para acelerar el proceso.
La CBF había puesto hoy a disposición de los familiares de las víctimas un avión para su posible traslado al país andino, lo que finalmente no ha sido necesario.
Sí partió, sin embargo, otra aeronave desde Sao Paulo en la que viajaron familiares de periodistas fallecidos y miembros tanto de la CBF como del Chapecoense, añadió.
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Feldman expresó la solidaridad del máximo organismo del fútbol brasileño con los familiares de las víctimas y con el club, por el que la CBF hará «todo lo necesario» para ayudar en su «reconstrucción».
El accidente, ocurrido en las proximidades de Medellín, provocó la muerte de 71 de los 77 ocupantes del avión fletado por el Chapecoense para viajar a Colombia, donde tenía previsto jugar la final de la Copa Suramericana frente al Atlético Nacional.
