Bogotá

Regiotram, la manzana de la discordia entre Bogotá y Cundinamarca

Mientras la Gobernación de Cundinamarca y las alcaldías de la Sabana promulgan el proyecto, Enrique Peñalosa rechaza el Regiotram. Las conexiones del SITP, en la mira.

Enrique Peñalosa se ha convertido en gran contradictor del proyecto del Regiotram. imagen: Juan Pablo Pino - Publimetro Enrique Peñalosa se ha convertido en gran contradictor del proyecto del Regiotram. imagen: Juan Pablo Pino – Publimetro

El Regiotram es uno de los proyectos más importantes que se ha desarrollado en los últimos 30 años para la conexión entre Bogotá y la Sabana. Además, es el primero impulsado desde los municipios de la Sabana y la Gobernación. Pero las fricciones entre el alcalde Enrique Peñalosa y los mandatarios regionales podrían poner una traba al tren de cercanías.

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La primera etapa del Regiotram fue propuesta por el gobernador de Cundinamarca, Jorge Emilio Rey. Buscará conectar Facatativá con el centro de Bogotá por el corredor existente del antiguo Ferrocarril de Occidente, modelado con los sistemas de Cercanías de Madrid y Barcelona. A futuro podría extenderse a otros municipios de la Sabana como Zipaquirá, Sibaté y Tocancipá.

Estas cifras son cruciales porque, actualmente, estos pasajeros ingresan por el corredor de la Calle 13, uno de los más congestionados de Bogotá. Con el Regiotram se calcula un recorrido de unos 40 minutos entre Faca y Puente Aranda, que actualmente demora hasta 3 horas.

Además, los proyectos industriales y residenciales a lo largo del corredor han puesto aún más presión a los servicios de transporte en el eje vial, al que debe sumarse la posibilidad de un crecimiento aún mayor de población como el que Peñalosa propuso en 2015, con la construcción de 500.000 viviendas en Mosquera.


Las cifras del Regiotram

  1. 41 kilómetros entre Facatativá y el Centro de Bogotá
  2. Dos ramales: troncal y ramal al Aeropuerto El Dorado
  3. 18 estaciones urbanas y 6 rurales
  4. Capacidad estimada de 200.000 usuarios

«No hay plata»: Peñalosa

El principal escollo, según Peñalosa, es que el proyecto del Regiotram estaba enlazado con los desarrollos de transporte que había planteado la alcaldía de Gustavo Petro. Los estudios existentes fueron realizados en 2013, según la secretaria departamental de movilidad Jeimy Villamil.

Esto implica que el proyecto no se ha ajustado para el Plan de Desarrollo de esta administración, con modificaciones cruciales como el cambio del metro subterráneo a elevado. Tampoco tendrían en cuenta las intenciones de Peñalosa, que propone hacer en las vías férreas troncales de TransMilenio eléctricas y con trolebuses.

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Otro problema fuerte para la Alcaldía radica en la falta de claridad sobre los intercambios entre los trenes y los buses del SITP. «Nosotros no podemos asumir el riesgo de pérdidas o el riesgo de tener que subsidiar el Regiotram. Ese es un proyecto que no alcanza. Quisiéramos, pero no tenemos los recursos para hacerlo», dijo Peñalosa a Blu Radio.

El mayor proyecto para la ciudad es la construcción del metro de Bogotá… nosotros no podemos asumir el riesgo de pérdidas o el riesgo de tener que subsidiar el Regiotram.

«Bienvenido el tren y que lo operen, pero no puede ir con cargo a subsidios de Bogotá. Tengo entendido que faltan unos estudios. Si los estudios señalan que es viable, bienvenidos el proyecto», añadió. Según Peñalosa, se espera que no haya necesidad de subsidiar estos intercambios, lo que pondría aún más presión al SITP, que tiene un déficit cercano al billón de pesos.

Cabe anotar que el proyecto está planeado como una alianza público privada (APP) en la que los recursos saldrán, en un 70%, del sector privado, y en un 30% de la Nación, el departamento y los municipios: según el proyecto original, Bogotá no debería poner un peso de los 5,5 billones que cuesta el Regiotram.

Ni el metro elevado ni las nuevas estaciones de Transmilenio se tuvieron en cuenta, porque los diseños se hicieron antes de Peñalosa,

¿La Nación entrará a arbitrar?

La respuesta final fue entregada por la Agencia Nacional de Infraestructura (ANI), encargada de revisar los diseños de este tipo de proyectos. La ANI propuso realizar un estudio definitivo del modelo de demanda y los intercambios entre Bogotá y Cundinamarca.

Ambas partes aceptaron esta propuesta, por lo que ahora la decisión es de Planeación Nacional. El estudio definirá los modelos de demanda a más tardar en el primer semestre de 2017, y luego se analizará la viabilidad de los recursos públicos para este negocio.

A pesar de esto, el director de la ANI, Luis Fernando Andrade, confirmó que la Nación y la Gobernación pondrán el 100% de los recursos que les corresponde entregar para la construcción del sistema férreo.

Mientras tanto, el tren sigue embolatado, y la población de la Sabana Occidental, disparada. La Calle 13 es una de las vías más congestionadas de la ciudad, y el creciente número de personas que ha migrado a los municipios de la Sabana con el fin de conseguir vivienda barata, deben aguantar recorridos de más de 2 horas. De la solución sobre el tema del Regiotram dependerán más de 200.000 usuarios.

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