El alto tribunal consideró que Miguel Maza Márquez, que hace 27 años era director del DAS, «hizo parte del plan para asesinar al connotado dirigente político, debilitando su seguridad, para lo cual nombró como jefe de escoltas a un hombre de su confianza», según un comunicado de la corte.
Maza Márquez, explica la nota, «se comprometió previamente con el paramilitar Henry de Jesús Pérez Durán, con quien mantenía estrechos vínculos, y a quien, a su vez, el denominado cartel de Medellín le había encargado la ejecución» del homicidio.
Maza Márquez fue declarado «coautor responsable de los delitos de concierto para delinquir y homicidio con fines terroristas».
En la época de los hechos, Maza Márquez, actualmente preso en Bogotá, era director del DAS, cargo que ocupó entre 1985 y 1991.
El homicidio del político, que se perfilaba como el sucesor del entonces gobernante Virgilio Barco (1986-1990), fue atribuido a una alianza del cartel de Medellín, dirigido por el capo Pablo Escobar, con sectores políticos y agentes estatales contrarios a la figura de la extradición.
Galán era enemigo de los cárteles de la droga y, como político, había prometido que, si llegaba a la Presidencia, extraditaría a los jefes del narcotráfico a Estados Unidos.
La condena también se dictó por la muerte del concejal Julio César Peñaloza Sánchez y el escolta Santiago Cuervo Jiménez, así como por las lesiones sufridas por el escolta Pedro Nel Angulo Bonilla, el 18 de agosto de 1989 en el municipio de Soacha, cercano a Bogotá.
