El curioso hecho ocurrió el fin de semana en un centro comunitario de Wodonga, a 180 kilómetros de Melbourne, Australia, según BBC Mundo.
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Ahí, la Policía del distrito de Victoria investigaban el robo y después de usar químicos para descubrir algún rastro de los ladrones se dieron cuenta de la marca que había en el vidrio.
El sargento Shane Martin le dijo a los medios que nunca había visto algo parecido, ya que generalmente encuentran huellas dactilares, no de nalgas.
«Quizás lo hicieron por bromear o tal vez querían romper la puerta recostándose contra ella. Pero no entiendo por qué lo hicieron sin pantalones», manifestó.
Los ladrones lograron llevarse del lugar un televisor y luego escaparon en un vehículo negro que ahora es rastreado por las autoridades ya que la “huella” que dejaron no sirve de mucho en la investigación.