Uno de los campesinos asesinados fue identificado como Erley Monroy, quien fue hallado herido cerca de un batallón militar en San Vicente del Caguán, en el departamento del Caquetá, y luego murió en un hospital.
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Ese mismo día, pero en el municipio de La Macarena, en el departamento del Meta, Didier Losada fue asesinado en su propia vivienda por un encapuchado.
El anuncio del jefe de Estado se produce horas después de que uno de los jefes de las FARC, Jorge Torres Victoria, alias «Pablo Catatumbo», condenara el «asesinato sistemático» de líderes campesinos.
«Condenamos asesinato sistemático de líderes campesinos. Exigimos aplicación inmediata Acuerdo Garantías de Seguridad. Vuelve la guerra sucia», escribió «Catatumbo» en Twitter.
«Catatumbo», integrante del equipo de las FARC que negoció el acuerdo de paz con el Gobierno en La Habana, afirmó que «asesinan líderes campesinos, desalojan campamentos de Paz, asesinan guerrilleros en cese al fuego, se dilata la implementación» y consideró que todo ello es una «pésima señal».
Por su lado, el fiscal general de Colombia, Néstor Humberto Martínez, dijo que 21 expertos de la entidad se pondrán al frente de las investigaciones.
«Todas las agencias del Estado y por supuesto la Fiscalía General de la Nación tenemos que enfrentar a los enemigos de la paz en Colombia», dijo Martínez en una declaración difundida por su despacho.
Igualmente aseguró que no se puede permitir que estos hechos ocurran en ningún lugar del país y pidió la ayuda de la ciudadanía para que aporte datos a la investigación.
