La ‘maldición de la cabra’ sigue latente. Los Cachorros de Chicago, sus fanáticos, a los que les gusta el béisbol y los que no, todos tuvieron la curiosidad de si este año se quebraba el maleficio que tiene a la novena de Illinois con más de 100 años de sequía en cuanto a títulos de la Serie Mundial.
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Por otro lado, los Indios de Cleveland se hicieron fuertes desde el ostracismo y el desprecio. Su papel fue de víctima, aquella piedra en el zapato que todo el mundo, salvo los ciudadanos de la ciudad de Ohio, querían que perdieran. La victoria de los ‘Cubs’ en el Progressive Field, durante el juego dos, presagió el fin de la maldición.
Pero los Indios no se intimidaron. Lejos de eso, llegaron a Wrigley Field y silenciaron el mítico estadio en Chicago, con una victoria 1-0 en el tercer episodio, gracias a un imparable de Coco Crisp y al trabajo de los lanzadores Josh Tomlin y Andrew Miller.
La derrota significó un balde de agua fría para todos los aficionados de los Cachorros, incluidos ilustres como el actor Bill Murray, que en su afán por inspirar un ambiente optimista, fracasó luego de ver la pizarra. Con ese golpe anímico, el equipo local salió a empatar la serie en el cuarto capítulo, pero nuevamente se llevó una decepción.
La novena de Cleveland pegó muy temprano y desde la segunda entrada se puso adelante en el marcador, para no perder esa ventaja y ganar finalmente 7-2. Los Indios se sostuvieron en los jonrones conseguidos por Carlos Santana, en la segunda entrada; y Jason Kipnis, en la parte alta del séptimo inning. El público enmudeció y los ‘Cubs’ quedaron contra la pared para el juego del domingo, el último en Wrigley Field sí o sí.
Pero, este domingo el estadio sí se hizo sentir. Cuando su equipo más lo necesitó y a pesar de que los Indios pegaron primero, rápido en los innings tempraneros, Wrigley Field fue una caldera que desafió a la maldición de la cabra y con mística y juego de pelota, los Cachorros estiraron su ilusión y si bien continúan abajo, la esperanza de vencer a los Indios continúan latente. A los Indios y a la cabra Murphy.