“Se trata de alcanzar una paz que permita devolver la tranquilidad al campo y que garantice que no haya más víctimas”, dijo Juan Manuel Santos.
50.000 miembros de las Farc y grupos paramilitares se han desmovilizado y reintegrado a la vida civil.
Desde el pasado 2 de octubre, día en el que el ‘no’ ganó en el plebiscito, el mandatario empezó a escuchar las dudas, críticas y propuestas de quienes apoyaron esta opción, además de las víctimas, organizaciones civiles, iglesias y partidos.
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“Seguiremos escuchando y recibiendo propuestas hasta el próximo jueves para luego llevarlas a la mesa de negociaciones con las Farc”, dijo Santos.
De hecho, se conoció que Humberto De la Calle, jefe negociador del Gobierno en La Habana, viajó esta semana a Cuba para entregarles a las Farc las propuestas de los que se opusieron al acuerdo de paz que se firmó el pasado 26 de septiembre, en Cartagena.
Santos ha dicho en repetidas oportunidades que el tiempo juega en contra de la paz y “un nuevo acuerdo ya es el clamor ciudadano, es la voluntad del Gobierno y debe ser también la de las Farc”. Por eso, para él, se trata de un imperativo para que no quede en vano el esfuerzo hecho en los últimos seis años.
“Cada día que pasa juega en contra de la esperanza nacional por alcanzar la paz”, señaló el jefe de Estado.
Ese es el motivo por el cual, desde el día en el que se conoció el resultado del plebiscito, se pensó en crear un diálogo nacional que reuniera a todos los sectores de la sociedad para que el nuevo acuerdo contara con la participación de los colombianos.
Dicho diálogo, sostenido en estos días con iglesias, víctimas, partidos, y diversos sectores de la vida nacional, ha servido para “aclarar muchos de esos temas y dar tranquilidad a los colombianos sobre el Acuerdo”, según el presidente.
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Esto también ha servido para descubrir que había información falsa sobre el acuerdo de paz que terminó confundiendo a los votantes.
“Algunos pensionados me dicen que votaron ‘no’ porque les dijeron que les iban a quitar una parte de sus pensiones para pagarle a los guerrilleros. Eso es totalmente falso. Nada en el acuerdo, ni en el plan que tenemos para su implementación, incluye tal cosa. Sería absurdo”, manifestó.
Aclaró que los recursos necesarios para que los exguerrilleros se reincorporen a la vida civil ya existen. “Ya hemos logrado con éxito la reintegración de más de 50 mil excombatientes, de los paras y de la guerrilla”, concluyó el mandatario.