El gobierno municipal de Jakarta, la capital de Indonesia, le prohibió a él y a todos los músicos callejeros tocar en la calle. Por eso Zedi, guitara en mano, lo hace ahora en varios autobuses… para conseguir así algo de dinero. Ahora, un grupo de ex músicos callejeros ha fundado el Instituto de Músicos de la Calle. Un lugar para mostrar su talento y quizás incluso tener alguna oportunidad en la industria musical. Reuters.
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