Han pasado varias semanas desde que María Luisa Calle renunció a hacer una defensa en contra de la acusación de haber consumido sustancias prohibidas en los pasados Juegos Panamericanos de Toronto y que la han puesto en el ‘ojo del huracán’ de la prensa deportiva ya que hace más de 12 años también fue acusada de algo similar después de conseguir la medalla de bronce en los Juegos Olímpicos de Atenas.
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En el programa ‘La Red’ de Caracol Televisión se le hizo una entrevista reveladora de lo que sucede en la vida de esta deportista y las dificultades que ha tenido que sortear debido a los positivos en controles al doping, de los que ella argumenta y dice ser inocente. El primer caso fue muy duro, ya que había ganado el bronce en las pruebas de pista en la olimpiada de Atenas 2004 y posteriormente se lo quitaron: «Gané mi medalla en Atenas 2004 y 4 días después me tocó llamarlos a decir que había salido positivo. Mi papá se metió a un cuarto a llorar y fueron 14 meses para que volviera la medalla».
Después de la defensa que se hizo para demostrar la inocencia de María Luisa y conservar el bronce olímpico, parecía ser una herida sanada y que el retiro de la antioqueña sería como lo esperaba, pero en los en los Juegos Panamericanos de Canadá realizados el año anterior volvió a presentarse lo mismo para la experimentada pistera. «En los pasados Juegos Panamericanos corrí la prueba de persecución por equipos, llegué a la villa olímpica, me acosté a dormir para mi prueba. En la noche me tocaron la puerta a punto de tumbármela, me preguntaron el nombre dije María Luisa y me llevaron al control», confiesa Calle con gran dolor.
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Esta manera de abordarla para realizar la prueba del doping dejó en ‘shock’ a la deportista: «No me dejaron bañarme, ni comer nada, no me dejaron sola un minuto», pero lo peor sucedió cuando se enteró que después de ese abrupto control había salido positivo por una sustancia prohibida: «El entrenador fue por los números para ponerle al uniforme antes de competir y llego diciendo que había saludo positivo… Le dan ganas de morirse a uno».
Ante este nuevo doping y la imposibilidad de seguir compitiendo por su edad, María Luisa renunció a los recursos que le ofrece el Comité Olímpico para defenderse, aunque para ella hay algo extraño en su caso: «Se equivocaron, la muestra no era mía, ellos se equivocaron», afirmó la ciclista al programa de televisión, además hace una fuerte acusación a las entidades del deporte nacional, ya que esta vez que no estaban defendiendo una medalla olímpica no hubo la misma compañía que en 2004: «Me quedo sola, sin los directivos que me podían haber ayudado, ellos dicen que es personal, pero a la hora de correr uno corre con la camiseta de Colombia. Cuando gano la medalla es para Colombia».
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En otro fragmento de su testimonio, Calle destaca que nunca dudo en competir por el país, a pesar de poner en riesgo su vida: «Tenía un teratoma, tumor benigno casi de 10 centímetros, el doctor me dijo que me tenía operar rápido, yo tenía Copa del Mundo y le dije al médico que si podía esperar y me dijo que era riesgoso», y dice con mucha tristeza: «Me mato entrenando, llego al punto que vomito por el esfuerzo que hago por cumplir».
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Al final de la entrevista realizada por ‘La Red’, esa mujer que hizo sonreír y creer a todo el país hace unos años, dejó una pregunta y una posibilidad para salir de su incertidumbre: «¿Será que me voy a morir sin saber qué pasó? Hay veces que pienso en una bruja. No sé, esa sustancia de donde salió o saber qué pasó».
María Luisa no abandona su amor, la bicicleta, por eso seguirá entrenando compitiendo cada vez que pueda y además ella misma se da moral ante las dificultades que ha tenido: «No pensé que fuera tan fuerte, pero la bicicleta es una de las mejores terapias, me mantengo ‘superactiva’ y es lo mejor para estar bien mentalmente», habrá que esperar si algún día se sabe la verdad. ¿María Luisa tiene la razón, hay un error o simplemente la deportista calla algo? No hay por ahora una verdad.
