Para el profesor de Relaciones Internacionales de la Universidad del Rosario Germán Sahid, los gobiernos desde 1998 cometieron una larga serie de errores que permitieron la derrota jurídica de 2012 y llevaron a la decisión de hoy.
«El problema con Nicaragua es estructural: Colombia no ha tenido una estrategia para defensa de sus fronteras. Siempre ha actuado a la defensiva, pero no con una estrategia adecuada», explica.
Según Sahid, la responsabilidad no es exclusiva de Santos, pues Andrés Pastrana aceptó que se presentara la demanda en La Haya y Álvaro Uribe desestimó ratificar los límites del tratado Esguerra – Bárcenas, prefiriendo en su lugar la llamada «línea media». Además, las estrategias han cambiado con cada cambio de Gobierno.
«Uno de los problemas es que los abogados colombianos no eran especialistas en derecho internacional y representaban un Gobierno, no un Estado. Los abogados nicaragüenses son expertos», dice.
Colombia sufrió una nueva derrota judicial en el pleito de delimitación de áreas marítimas con Nicaragua ante la Corte Internacional de Justicia (CIJ) de La Haya. La Corte se declaró competente para dirimir las discusiones de límites entre los dos países, lo que provocó el retiro del país de la jurisdicción en este caso.
El juez Ronny Abraham aseguró que el retiro de Colombia del Pacto de Bogotá no le quita competencias y no tiene “efecto en nuestra jurisdicción”. “La Corte no está en capacidad de leer la objeción de las otras partes del pacto frente a la notificación (…) tampoco considera que la ausencia de cualquier comentario de Nicaragua haya equivalido”, aseveró.
La Corte se declaró competente para fallar en las pretensiones de Nicaragua en una votación de 14 a 2 en el caso, y rechazó las cinco objeciones de Colombia sobre el incumplimiento de la decisión de noviembre de 2012 que otorgó más de 71.000 kilómetros de exclusividad económica en mares alrededor de San Andrés.
Esta decisión expone a Colombia no solo a reconocer las decisiones de La Haya en 2012, sino también a pagar una indemnización a Nicaragua de acuerdo a lo que determine la CIJ en un fallo de fondo.
La Corte también rechazó, en el caso de la definición de la Plataforma Continental Extendida (PCE) de Nicaragua, cuatro las excepciones que Colombia planteó sobre la irrepetibilidad de los fallos.
Así mismo, la Corte también ratificó que el fallo de 2012 no ratificó las demandas de Nicaragua sobre la PCE, por lo cual en un futuro juicio puede determinar la validez de las demandas centroamericanas. Las dos demandas planteadas por Nicaragua serán analizadas a futuro, pero la Corte no se pronunciará para determinar el límite exacto en la plataforma continental de ambos países: esta es una labor de la Comisión de Límites.
La única victoria judicial de Colombia en la CIJ fue evitar que haya una decisión provisional que permita a Nicaragua extender provisionalmente su PCE en el área que buscaba incorporar a su territorio.
La respuesta del Gobierno
El presidente Juan Manuel Santos rechazó el fallo emitido por la CIJ, asegurando que cometió «contradicciones de fondo» en un fallo de forma como el emitido hoy; y anunció que por estas contradicciones Colombia no volverá a comparecer ante La Haya en el diferendo ante Nicaragua.
«Los temas bilaterales entre Colombia y Nicaragua no estarán sujetos a las intervenciones de un tercero, y se deberán abordar mediante negociaciones directas entre las partes de conformidad con el derecho internacional», afirmó Santos en alocución presidencial.
Acompañado por el vicepresidente Germán Vargas Lleras, la canciller María Ángela Holguín, el Ministro de Defensa Luis Carlos Villegas y más de 20 representantes de los partidos políticos, invitó a los colombianos a hacer «un frente común, firme e inquebrantable» para proteger el mar colombiano, y aseguró que el país «preservará hasta el último centímetro de nuestro territorio».
Santos, que visitará San Andrés este viernes, agradeció el respaldo de los principales representantes de los partidos políticos y de la población del Archipiélago, incluidos los habitantes raizales.
Por su parte, Holguín aseguró que no se siente «derrotada» por la decisión, pero invitó a sus pares nicaragüenses a negociar un tratado que determine definitivamente los límites marítimos entre Colombia y Nicaragua.
Según Holguín, las disputas jurídicas en La Haya han impedido que ambos países negocien un tratado que reemplace el Esguerra-Bárcenas de 1928, el cual es la única forma viable para solucionar el diferendo fronterizo.
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