– Desconecte aparatos como el microondas, licuadora o batidora, pero no lo haga con la nevera: el termostato se encarga de mantener su interior frío.
– Reduzca la velocidad de las aspas de sus ventiladores. Dos ventiladores a baja velocidad son más eficientes que uno funcionando con toda su intensidad.
– No deje que se produzca escarcha en su nevera. La presencia de escarcha afecta la capacidad de enfriamiento del compresor.
Las campañas de ahorro de energía no han funcionado en los últimos días, en donde han disminuido las tasas de ahorro luego de quedar muy cerca del 5% el miércoles. La cifra de 3,4% obtenida el sábado parece indicar un rechazo al ahorro.
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Muchas veces la respuesta para el ahorro energético puede ser muy sencilla. Algunas de las soluciones más importantes para el ahorro de energía no implican solo apagar luces o desconectar cargadores, sino ajustes en mecanismos como aires acondicionados, neveras o estufas.
«La forma más intensiva de uso de la energía eléctrica es para cambiar de temperatura un objeto», dice el ingeniero eléctrico y coordinador del Instituto de Ingenieros Eléctricos y Electrónicos (Ieee) Felipe Gaitán. «La electricidad que gasta un horno, una estufa es el equivalente de 30 bombillos de 60 vatios.
PUBLIMETRO encontró tres puntos en los que se puede mejorar el consumo eléctrico en estos aparatos altamente intensivos en consumo de energía.
1. Un aire acondicionado menos frío
La Unidad de Planeación Minero Energética (Upme) determinó en un estudio realizado en San Andrés, Amazonas y Chocó en 2015 que las mayores fuentes de consumo de energía son los aires acondicionados y los sistemas de refrigeración de comida (neveras, congeladores y refrigeradores).
Según estudios realizados en Argentina, un aire acondicionado consume hasta 10 kilovatios diarios si se pone a una temperatura de 18 grados. En cambio, si se pone a 25 grados, el consumo del aire acondicionado disminuye a 3 kilovatios diarios, una disminución que puede llegar a ser del 15% de todo el recibo de energía en lugares calientes.
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Si un hogar tiene al tiempo ventiladores de techo y aires acondicionados, es posible que usted ni siquiera tenga que encender el segundo: el movimiento de aire del ventilador a baja velocidad puede ser suficiente para ofrecer confort sin necesidad de gastar tanta energía eléctrica.
2. Ubique bien su nevera
Según la Upme, una de las fallas más comunes en la instalación de neveras y refrigadores es ubicarlos en lugares con exposición al calor. Así, una nevera ubicada junto a la estufa o simplemente expuesta al sol puede consumir mucha más energía que una ubicada en un lugar protegido.
Así, una de las formas más sencillas de ahorrar energía puede ser alejar la nevera de su ventana o su estufa. Los estudios realizados por la Upme indican que una nevera en buen estado puede reducir hasta en una tercera parte el consumo de energía de este electrodoméstico.
También se recomienda estar pendiente del cierre hermético de la nevera y de una buena nivelación para evitar fugas de aire frío, así como limpiar la parte trasera y el compresor y evitar que la nevera quede demasiado llena.
3. No abuse de la estufa y el horno
Electrodomésticos que usan energía eléctrica para calentar comida como una estufa, una sanduchera o un horno eléctricos consumen bastante energía debido a la necesidad de calentar los alimentos.
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Ya que muchas compañías fabrican estufas con hornillas mixtas de energía eléctrica y gas, la Upme recomienda usar las hornillas de gas para los productos con tiempo o temperatura de cocción más intensivos, y usar las eléctricas en menor medida.
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Otras recomendaciones son cocinar siempre con las tapas de las ollas puestas para evitar que se escape el calor, así como mantener limpias y bien instaladas las hornillas y conexiones y usar el precalentado del horno solo cuando la receta lo exija.
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