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Azúcar, la producción de época ambientada en los años 50, 60 y 80; volverá nuevamente a la pantalla chica gracias al Canal RCN y FoxTelecolombia. Grabada en formato cine en los más bellos paisajes del Valle del Cauca, y dirigida por Carlos Moreno (Tiempo final, Sin retorno) y Mónica Botero (Alias el mexicano), esta historia contará la maldición sobre la familia Solaz que se extenderá por 3 generaciones.
Valentina Acosta hace parte del elenco de la telenovela en donde le dará vida a Matilde Valecilla de Solaz, una mujer dominada por la angustia de no poderle dar un hijo varón a su marido, que aunque es bonita y de buenos modales, desprecia a los afrocolombianos.
La caleña habló con PUBLIMETRO sobre este nuevo reto, al cual ella considera como el más “diferente” que ha hecho a lo largo de su carrera.
Está radicada en México… ¿Cómo ha sido su estadía en este país?
Estoy en México desde hace dos años, he estado muy contenta abriendo un nuevo mercado de trabajo. Me fui a trabajar en la primera temporada de una serie que se llama Señora Acero, luego hice la segunda temporada, también filmé una película que se llama El juego del amor… México me encantó desde la primera vez que fui, es muy rico culturalmente, y los mexicanos son como primos nuestros, nos reciben y nos acogen muy bien.
¿Qué es lo que más le gusta de su profesión?
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Es poder entrar en mundos, en universos y en personajes diferentes, poder contar una historia a través de un papel. Creo que poder interpretar diferentes personajes lo hace a uno más empático con los demás, uno se vuelve más compasivo y entiende mejor la naturaleza del ser humano… ¡Me gusta producir algo en los demás!
¿Cómo describe a su personaje de Matilde en Azúcar? ¿Tiene algo en común con este papel?
Es el personaje más opuesto a mi que he hecho en mi carrera. Fue un papel corto, pero muy contundente y complejo. Mi personaje empieza en los años 50, y en esa época había una forma de pensar y comportarse… ¡Todo era diferente! Esta mujer era de la alta sociedad de Cali, con una educación muy rígida, así que ella es absolutamente controladora, llena de miedos, de juicios hacia los demás. Siento que no es una mala mujer, sino que fue víctima de su educación y de la época, y por todo esto es muy infeliz.
¿Usted cree que los colombianos se cansaron de las novelas sobre drogas, narcos y capos, y quieren volver a las tramas de antes, como por ejemplo Azúcar?
Es importante contar todo tipo de historias, y por ejemplo las historias de narcos también son importantes pero cuando son demasiadas cansan, y creo que se les ha ido un poquito la mano (risas). A la televisión le hace falta volver a nuestras raíces, con este tipo de novelas costumbristas que también cuentan la cultura colombiana, específicamente (como esta) que habla del Valle del Cauca.
¿Por qué le apuesta a este tipo de reencauches?
Esta historia fue tan contundente en su época, que es maravilloso poder volverla a contar desde otra perspectiva y con un espirítu diferente, porque son otros actores y otros directores (a excepción de Alejandra Borrero y Óscar Borda).
Inició su carrera actoral en RCN… ¿Qué se siente volver a casa?
¡Siempre ha sido mi casa! Ellos han creido en mi, han confiado en mi trabajo y por eso también estoy muy agradecida con Nuestra Tele. Yo estoy feliz de volver, porque siento que esta es mi casa.
«La única que nos separa a Juana y a mi es el océano… De resto, tenemos millones de cosas en común, un amor inmenso, una complicidad y una amistad única. Compartimos la misma carrera, muchos amigos… Son más las cosas que nos unen que las que no separan», Valentina Acosta, actriz.
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«El papel de un actor en la sociedad, específicamente la colombiana, tiene que ver con contar una historia, transmitir diferentes emociones y preguntas. Creo que un actor realia su papel para que la gente se vea reflejada, y pueda generar algo. Una buena interpretación puede enriquecer la conciencia y el corazón, porque un personaje creado con humanidad puede ayudar a juzgar menos».
Inició su carrera en los recordados Àngeles de la Mega…
«Empecé a trabajar en televisión cuando tenía 15 años, en Los Ángeles de La Mega… Tengo muchos recuerdos bonitos de esa época, era un programa de videos musicales y eso me empezó a dar madurez, y me hizo ser independiente. Ese programa lo dirigía Alejandro Villalobos, yo estaba en el colegio y mi mamá me decía que la única condición para trabajar era que me respectaran los horarios escolares».
Lo que no le gusta de su carrera…
«Que es una profesión bastante inestable».
Es hermana de Juanita Acosta…
«Es un regalo poder dedicarnos a lo mismo. Muchas veces cuando tengo un proyecto, yo le muestro de qué se trata y ella me aconseja si debo hacerlo o no, y vicevers».
Su mamá, su hermana y su padre (Q.E.P.D.) son signos de fuego…
«Mi mamá es una estudiosa de la astrología, y quería que todos en mi casa tuviéramos el mismo elemento, porque los que son de un mismo elemento son compatibles… ¡Y le salió muy bien el resultado! No podemos tener una relación más cercana, amorosa y compatible».
Es caleña de “pura cepa”…
«Esa niña que creció en Cali está muy presente en mi todo el tiempo, y para mi es muy importante tener esa parte de una pequeña lúdica, latente e inocente. En este moemnto ya soy una mujer, parada desde otro lugar en el mundo, pero nunca dejo a esa niña».
Uno de sus personajes más recordados es el de Silvia en A Mano Limpia… ¿Por qué decidió apostarle a hacer la segunda parte?
Las segundas temporadas también me parecen una buena oportunidad para reinventar los personajes. En este caso, era un gran reto para mi, porque ella (Silvia) perdía al amor de su vida, era un duelo muy fuerte que tenía que enfrentar y eso la iba a transformar.
En la segunda parte, se vio como Silvia sufría por perder al amor de su vida… ¿En la vida real, usted ha travesado duelos similares?
La vida –no toda- es color de rosa y he tenido varias cosas, como la muerte de mi padre, ese es un duelo que uno lleva a lo largo de la vida… También he tenido duelos de amores, pero son los procesos y de todo eso uno sale mucho más fuerte.
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