El próximo martes, 8 de marzo, recuperamos el Día internacional de los derechos de las mujeres social y políticamente para Colombia.
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Nos encontraremos en el parque Nacional a las 3:00 PM como mujeres putamente libres y hombres sin machismo. Saldremos a plaza de Bolívar.
En Colombia, el 8 de marzo se nos ha convertido en una fecha tradicional y romántica que se aleja del sentido de la misma.
Es triste ver cómo millones de hombres nos celebran galantemente “ser lo más lindo de este mundo”, entre otras tiernas razones, como si se tratara de otro día del amor y la amistad y mucho más triste ver a millones de mujeres aplaudir esa celebración. No se toman un solo minuto para pensar en los años de lucha y resistencia femenina para lograr los derechos que hoy gozamos y menos para pensar en la cantidad de derechos que, aún a portas del tercer milenio, las mujeres no gozamos.
Paradójicamente, los hombres más posesivos, autoritarios y violentos son quienes más rosas y chocolates regalan a quienes consideran de su propiedad. De hecho, toda mujer golpeada recibe flores después de la paliza en símbolo de reconciliación. Aclaro: adoro las flores y soy feliz comprándomelas.
En la marcha de las putas en Colombia 2016 queremos recordarle al país que esta no es una fecha para disparar las ventas de flores y chocolates, sino para exigir el cumplimiento de los derechos de todas las mujeres.
El año pasado, medicina legal informó que diariamente cuatro colombianas somos asesinadas, es decir: que somos un país en pandemia de feminicidios, que las mujeres en Colombia no gozamos del derecho a vivir sin miedo y corremos peligro de muerte cada día por el simple hecho de ser mujeres.
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Todos los acosadores, abusadores, violadores y feminicidas cuando les preguntan por sus actos responden sin dudar: “se portó mal”, “era mía” o «se portó como una puta».
Históricamente, la palabra puta ha sido esgrimida en contra de las mujeres para justificar todo tipo de violencias. La palabra “puta” es pronunciada como un conjuro que transforma a toda mujer en merecedora de violencia, e incluso, asesinato en una sociedad retrógrada, donde aún las mayorías consideran que el valor y la dignidad de una mujer habita en lo que hace o deja de hacer con su vagina.
Las mujeres, prostitutas o no, TODAS somos sujetas de derecho y todas tenemos derecho a vivir sin miedo. Es hora de quitarle el poder mágico a la palabra “puta” para validar toda injusticia en la vida de las mujeres.
Putas y Santas, este 8 de marzo nos tomaremos las calles para reafirmar nuestra libertad, para reconócenos como mujeres putamente libres y rebelarnos contra la pandemia de feminicidios en el país.
Educaremos mediante nuestros postulados a un país misógino que no quiere aceptar que las mujeres somos sujetas de derecho.
Ellos, los hombres nuevos que no aceptan el machismo y sexismo en su vida, y nosotras, las mujeres que tenemos claro nuestro derecho a vivir sin miedo, marcharemos con arengas contra el feminicidio declarando que somos putamente libres como un conjuro mágico que deshace el hechizo de la palabra «puta».
Las organizaciones Feminismo Artesanal, Colectiva Agitación Feminista, Parces ORG, Hombres y Masculinidades, la líder social cristiana Nancy Castilla, el Ministerio de la Mujer de la Misión Internacional Nueva Iglesia y la Asociación Mujeres por Colombia hacemos extensiva esta invitación a toda la ciudadanía.