Lo que a juicio de cualquier ciudadano podría ser un impuesto más, por aquello del hueco fiscal del cual se viene hablando desde hace tres años, podría denominarse en el más absurdo pretexto para recaudar recursos; lejos de cualquier planteamiento serio, medido y riguroso es la resolución que el Ministerio de Transporte pretende meterles a los colombianos, la cual supuestamente hace una actualización a las tablas del impuesto de vehículos automotores; dentro de la medida están incluso las motos, asunto que ha generado gran controversia, pues no solo está en juego la progresividad de todo tributo, también esta en juego la seriedad del Ministerio.
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Hay cerca de 10 millones de propietarios de vehículos en Colombia, quienes de manera juiciosa cada año le cumplen a la administración con el pago de su impuesto de rodamiento; el Ministerio de Transporte, de manera caprichosa y apresurada, contrató a una compañía que al parecer solo tenía capacidad para contratos muy inferiores para lo que se le contrató, es decir, no estaba calificada, ni cumplía con los requisitos mínimos establecidos para hacer un trabajo juicioso. Como resultado de ello, se expide una resolución que incluye un estudio de una compañía, el cual es un despropósito para actualizar las tablas comerciales para liquidar el impuesto de rodamiento.
Fueron 435 millones que pagamos todos los colombianos a esta empresa para que hiciera semejante babosada, pues si un ciudadano tiene un vehículo que está avaluado en 14 millones de pesos, por cuenta de esta dichosa resolución del Ministerio de Transporte, el mismo vehículo pasaría a estar avaluado en 32 millones, circunstancia que no se compadece con la realidad del mercado, pues si el ciudadano propietario de este mismo vehículo quisiera venderlo en el mercado del usado, no recibiría mas de 23 millones de pesos, asunto que no se acerca a la realidad, pues el escenario para liquidar su impuesto no son los 23 millones.
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Qué vergüenza para un funcionario como Enrique Nates, y para la administración del Ministerio de Transporte, que por el afán de adjudicar un estudio serio a alguien del sector automotor le dejaron la penosa tarea a una empresa que estaba dedicada a vender computadores, programas y cuanta cosa no tenía nada que ver con actualizar precios de mercado de vehículos y motos; para la empresa Datasoft si una moto está avaluada en el mercado del usado por cuatro millones, para ellos esta misma vale 10 millones sin tener en cuenta que la misma en un concesionario, nueva, no pasaría de seis millones de pesos, ¿cómo le llamaríamos a semejante barbaridad?
La progresividad y transparencia en la aplicación de estos nuevos criterios para liquidar el impuesto de rodamiento, de vehículos y motos es un total despropósito que deberán revisar con detenimiento en el Ministerio de Transporte, y mientras lo hacen deben suspender dicha resolución y pedirle a Datasoft que devuelva los cerca de 500 millones que le pagaron por meter la mano en el bolsillo de los colombianos, no solo está en juego la transparencia, equidad y progresividad de todo tributo, también está en juego la seriedad en esa cartera.