Noticias

¿CONECTADOS O DESCONECTADOS?

Hoy en día con tantos avances de la tecnología, parece que todo en nuestra vida debería ser más fácil, más eficiente y, claro, más rápido. Particularmente en lo referente a las telecomunicaciones hemos visto ese cambio, y de alguna manera se pensó que con internet y los dispositivos que permitieran un fácil acceso a este podríamos tener una conexión mucho más amplia y eficiente entre nosotros mismos, lo cual sin duda alguna estamos viviendo.

PUBLICIDAD

Nos comunicamos más rápido, con muchas más personas a la vez, borrando las distancias geográficas y teniendo el mundo al alcance de nuestra mano, pero ¿nos comunicamos mejor?

Lo curioso es que esta velocidad en la comunicación, que en teoría debería hacer más fácil nuestra vida y hacernos también más autónomos dado que tenemos mayor información para tomar decisiones, nos ha hecho realmente más dependientes y, sobre todo, nos ha convertido en personas cada día más estresadas. La mayoría de personas viven dudando de su intuición, de sus valores y hasta de su conocimiento porque es más fácil darle una miradita en #google a cualquier pregunta que tengamos; ojo, a cualquier pregunta, pero también estos avances han logrado que el estrés en general sea aún mayor porque la gran mayoría de personas viven pendientes de lo que dicen otros, hacen otros, cómo lo hacen, en dónde, si tal vez leyeron o no su mensaje, si lo tomarán a bien o no, en fin, viven tratando de validar quién son a través de la aprobación de otros o de compararse con otros que llegan a olvidar realmente quiénes son.

Lo peor es que al ser parte de la cotidianidad no logramos ver con claridad que mucho del estrés que vivimos es por como nos comportamos, que las dudas que constantemente tenemos vienen por nuestro afán por compararnos y no por nuestra falta de conocimiento, y que la mayoría de discusiones que tenemos con quienes nos rodean tienen que ver más con las cosas que no nos gustan de nosotros mismos, que aquellas que no nos gustan de los otros, todo porque hemos querido con tanta ansiedad conectarnos con nuestro exterior que se nos ha olvidado conectarnos con nuestro interior.

Podemos estar conectados con el mundo entero, pero no debemos olvidar mirarnos al espejo, ver hacia nuestro interior y primero conectarnos con nosotros mismos para no ser víctimas de las circunstancias y terminar por entregarnos al estrés, la depresión, la ansiedad o incluso a la ira, que muchas veces nos lleva a vivir muy malos ratos. Debemos conectarnos y comunicarnos con nosotros mismos, reconocernos y liberarnos de las comparaciones a las que constantemente nos atamos, porque cuando una persona tiene como prioridad agradar a todos corre el riesgo de terminar siento desagradable para sí misma.

¿Cuándo fue la última vez que hablaste contigo mismo(a)? No me refiero a juzgarte a ti o juzgar a otros, de ser héroe o víctima, sino de simplemente poner en silencio tu mente del murmullo cotidiano y empezar a escuchar lo que tu corazón te quiere decir.

¿Qué ves cuando te ves al espejo? Recuerda que lo que dice Juan de María dice más de Juan que de María; y que todo lo que ves en tu exterior es resultado de cómo ves la vida desde tu interior. Así que tal vez este sea un buen momento para que empieces a conectarte un poco más contigo mismo.

PUBLICIDAD

Las opiniones expresadas por el columnista no representan necesariamente las de PUBLIMETRO Colombia S.A.S.

Encuentre más columnas de Opinión aquí

PUBLICIDAD

Tags

Lo que debe saber


Lo Último