Este cruce convertido en una gigantesca pista de hielo ha provocado estas situaciones en Bakú, la capital de Azerbayán. Por poquísimio no chocan esos dos coches. O esos autobuses atravesándola totalmente descontrolados. No podían faltar los intrépidos patinadores que han intentado encontrar el punto divertido. Imposible subir el coche por esa calle sin cadenas, y fíjense en el peatón que por detrás logra cruzar la calle sin perder el equilibrio. Video: Reuters.
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