La vida del mono cariblanco, rescatado hace unos meses en el sector de Ciudad Bolívar, cambió por completo de la noche a la mañana. Llevaba 26 años en cautiverio, su comida era como la de cualquier humano y, con la inteligencia que caracteriza a estos animales, entendía todo.
PUBLICIDAD
A este mono cariblanco, después de más de dos décadas de vivir en cautiverio en una casa al sur de la ciudad, le cambiaba la vida nuevamente, pero esta vez para bien. Llegó al centro de fauna silvestre ubicado en la Universidad de Ciencias Aplicadas y Ambientales, U.D.C.A que desde el mes de marzo se tiene en convenio con el Instituto Distrital de Protección y Bienestar Animal, para garantizar su cuidado y recuperación.
Allí fue atendido por un equipo interdisciplinario, recibiendo una atención especializada con la esperanza de que pueda rehabilitarse, así ha ocurrido con otros 600 animalitos que actualmente se encuentran en el centro. Por supuesto, unos más delicados que otros, en proceso de rehabilitación o de pronta liberación, pero en un paraíso en el que vuelven a tener una segunda oportunidad.
Para la Doctora Teresa Carvajal, decana de la Facultad de Ciencias Agropecuarias, el centro de recepción de fauna silvestre “es importante debido a que alimenta el espíritu ambientalista de la universidad. La alianza para el centro se realizó con base en experiencias anteriores, porque nosotros fuimos operadores del centro de fauna y flora del Distrito que queda en Engativá, así que en esta ocasión se abrió la convocatoria y ganamos; ahora nuestros estudiantes participan de este proceso en el centro”.
El centro de fauna silvestre en convenio entre la U.D.C.A y el Instituto de Protección Animal atiende mensualmente unos 500 animalitos, muchos de ellos en peligro de extinción. Según la Doctora Ana Carolina Falla, directora del centro de fauna silvestre, diariamente se reciben animales y se hace un trabajo intenso para su recuperación: “Ellos cumplen una cuarentena de acuerdo con su especie. En este tiempo, se brindan cuidados especializados, se hacen exámenes médicos, se valora su comportamiento, su estado nutricional, con ayuda de todo un equipo de trabajo”, dijo.
Asimismo, la Dra. Falla agregó que “tenemos varios zootecnistas, biólogos, veterinarios y cuidadores. En total somos 19 personas trabajando en el centro de fauna junto a estudiantes de la universidad que tienen la posibilidad de hacer su pasantía o voluntariado, ellos son un apoyo valiosísimo”.
Y es que los estudiantes de Medicina Veterinaria, Zootecnia, Medicina Veterinaria y Zootecnia, y carreras afines, hacen sus pasantías o voluntariado en el centro de fauna, entonces tienen una experiencia excepcional y la oportunidad de entrar en contacto directo con los animales, lo que enriquece su trabajo académico, el desarrollo de la investigación y los entrena para su vida profesional.
La oportunidad que otorga la U.D.C.A a sus estudiantes es única, porque además de realizar las pasantías, son testigos de todas las etapas que atraviesan los animales que son rescatados o víctimas del tráfico y la tenencia ilegal para poder rehabilitarse.
Ellos participan desde el momento en el que el Área de Fauna Silvestre del Instituto de Protección Animal recibe la custodia de los animales en el Centro Fauna. Desde ese momento, se pone en marcha el proceso de recuperación “que es específico de acuerdo a la especie. En la clínica veterinaria de la U.D.C.A se realizan radiografías, ecografías, cirugías…se han realizado laparotomías exploratorias en donde se han detectado tumores; algunos llegan con piedras en su estómago y no comen. Con cada uno es un camino especial”, aseguró la Dra. Falla.
Después de ese proceso de rehabilitación, que puede tardar meses o incluso años, el equipo profesional determina mediante concepto la mejor disposición final o provisional de estos animales. De esta manera, en esta alianza interinstitucional sólo en este período ya hemos conceptuado para liberación al medio natural a más de 220 individuos, 134 animales en remisión que tienen posibilidades de terminar su rehabilitación y liberación, y 31 animales para que sean reubicados en instituciones zoológicas que son adecuadas para que los animales estén bien porque no tienen opciones de liberación”, agregó la Dra. Falla.
Para la Dra. Carvajal “es una alianza enorme, sobre todo para las universidades de Bogotá. Además, la universidad se compromete para frenar el tráfico de animales silvestre que es tan lucrativo como el narcotráfico”.
“Es bien impactante cómo es esa realidad del tráfico de fauna en nuestro país y una persona por querer ayudar a un animalito lo compra en la carretera y a veces no sabe lo que implica para este animal y para la conservación de la especie”, enfatizó la Dra. Falla.
La Dra. Falla se refiere a que hay canales de atención y formas de ayudar a los animales. “La gente debe saber que los animales silvestres no son mascotas, es un delito ambiental y tienen cuidados y necesidades distintas a los domésticos”.
La recomendación en este caso, además de saber que la U.D.C.A es una universidad comprometida con el ambiente y con el cuidado animal, es que existen vías para ayudarlos a través del canal de denuncia del Distrito o a los teléfonos de la Secretaría Distrital de Ambiente 3778854 y del Instituto Distrital de Protección y Bienestar Animal 6477117.
Si quiere conocer más de este proyecto, que será próximamente inaugurado de manera oficial, puede acercarse a la U.D.C.A y conocer de primera mano lo que esta universidad hace por los animales silvestres y por la biodiversidad de nuestro país.