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Alejandro Pino puso a prueba el #MartesVisa y conoció los deliciosos sabores mediterráneos, sin pagar más y nos contó el truco:
Para muchos oír hablar de alta cocina, de sabores mediterráneos, de parrillas y carnes en su punto, sushis gourmet y pastelería de chefs reconocidos, es sinónimo de largas distancias, altos precios y pocas posibilidades reales de acceder. Conocer la mayor cantidad de sabores en la ciudad, experimentar las texturas de platos de cocina mediterránea y hacer un recorrido de estos en una tarde no es imposible.
Almorzar con un ceviche de pulpo, amenizar el plato con un coctel ácido y picante, probar un postre de alta gastronomía y salir a las onces por empanadas españolas, horneadas y crujientes, no debería ser un lujo, sino una oportunidad para compartir.
En Bogotá, la apertura culinaria ha mandado la parada en la inauguración de restaurantes que van de boca en boca, no solo por sus sabores, sino porque los comensales encuentran la posibilidad de traer un poquito del mundo a su mesa y lo comparten con los que quieren.
Aunque suene costosa la idea de recorrer tres restaurantes de renombre, en donde los sabores de Italia, Grecia, el mar Mediterráneo, se sirven en un solo plato, la realidad es que es mucho más fácil de lo que parece.
Acompaña a Alejandro Pino Calad a un martes con Visa, en donde el periodista deportivo y directivo de un medio de comunicación, prueba la comida de tres restaurantes y vive una experiencia gastronómica al alcance de todos. Pulpo, ceviche, empanadas artesanales, cocteles y pizza preparada de una manera especial, fueron la apuesta de Pino por vivir esta experiencia en donde el objetivo es compartir en grande, sin pagar mucho, pero comiendo más rico.