Bogotá está llena de vallas publicitarias. No hay producto, propaganda o mensaje que no se exhiba en estas torres en lo alto de la ciudad, si es que se desea llegar a un gran número de personas. Sin embargo, esas personas no se imaginan lo que sucede con esas lonas que cuelgan en postes, una vez su misión llega a buen puerto.
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Varias de ellas, compuestas por plásticos como PVC y poliéster, terminan por contaminar el medio ambiente, ensuciando los ríos, mares, bosques y otros sitios que albergan naturaleza.
Así que con el fin de mitigar los daños causados al ecosistema, Diana Sabine, emprendedora del programa Estudios en Gestión Cultural de la Universidad EAN, decidió, en compañía de dos artistas urbanos, transformar un ejercicio publicitario en algo positivo para lo comunidad; echaron a rodar una idea de emprendimiento sostenible, impulsados por esta institución universitaria, la cual se caracteriza por fomentar proyectos que combinen el emprendimiento con el cuidado de la sociedad.
Ellos, con mucha creatividad y entusiasmo, reciclaron varias de esas lonas publicitarias y las convirtieron en arte urbano. Diana, como coordinadora de la muestra artística, les pidió a José Sábate, apodado ‘Pez’, y a Jesús Alejandro Prado, que crearan, sobre esos plásticos, obras de arte que inspiraran a los ciudadanos y, a la vez, generaran conciencia ecológica.
‘Pez’, oriundo de Barcelona, ha llevado su arte callejero a varios puntos del planeta, mientras que el caucano Jesús Alejandro, ha dejado su semilla artística en la geografía nacional. Para los dos era la oportunidad de desplegar su arte a gran escala.
Dos puntos del norte de Bogotá fueron los elegidos para exhibir los murales, cuyo reto adicional era emplear aerosoles ecológicos.
Luego de horas de esfuerzo y creación, el primero de junio estas obras vieron la luz. Una se encuentra en la Avenida NQS, y la otra se ubica en la Autopista Norte con calle 106, captando la atención de las millones de personas que transitan diariamente por estas vías. El mensaje de fondo es una invitación a embarcarse en el mundo del emprendimiento sostenible, aquel que articula la lógica social, ambiental y empresarial para construir una mejor sociedad.
La Universidad EAN se especializa en fomentar estas ideas vanguardistas. Así como un día Diana Sabine recibió el apoyo de la institución que la está formando, más de 8.000 estudiantes y 37.000 egresados cuentan hoy con el respaldo de una universidad que cree en ellos y en sus proyectos de emprendimiento sostenible. Hoy son estas vallas únicas e impactantes, pero mañana será el sueño materializado de otro emprendedor.