En la mayoría de los países de Sudamérica están prohibido las reuniones sociales, dada la arremetida del COVID. Por eso resulta más llamativo el caso que se vivió en Argentina, donde una mujer organizó una fiesta clandestina sabiendo que estaba infectada.
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El domingo, en la ciudad de Puerto Madryn, Chubut, unos vecinos se percataron de la llegada de muchos autos a un casa, con gente con regalos.
La situación llamó la atención dada la cantidad que gente que llegó, ante las restricciones que hay en Argentina.
Los vecinos optaron por denunciar el hecho a la policía, que en breve tiempo llegó al hogar denunciado y se encontraron con 20 personas celebrando un baby shower.
Los policías informaron que la casa estaba completamente decorada y que habían muchos regalos.
Dos sorpresas
Los efectivos suspendieron las celebración e infraccionaron a los asistentes. Pero la historia no quedó ahí.
En la toma de declaraciones, la organizadora de la fiesta reconoció que el día anterior se había hecho un test de covid porque había presentado síntomas de la pandemia, y que había dado positivo.
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Ante esta declaración, todos los asistentes del baby shower quedaron en cuarentena.
La prensa argentina además aporta otro elemento sobre el caso. Uno de la de las denunciantes de la fiesta era familiar de la mujer. Ella llamó a la policía y no asistió a la fiesta.
Ahora la mujer embarazada arriesga incluso una pena de cárcel entre 3 a 15 años.
