Aunque la industria de las flores de tela vivió un increíble auge a principios del siglo XX en EE.UU., cuando eran ampliamente utilizadas en vestidos y sombreros, ahora queda una sola fábrica de este elemento decorativo en Nueva York, que sobrevive en pleno corazón del Distrito de la Moda de Manhattan utilizando muchas de las técnicas implementadas hace más de 100 años.
PUBLICIDAD
«Cuando comenzó esta empresa, había muchas manufactureras haciendo flores, y todo el Distrito de la Moda era un lugar próspero. Las cosas eran muy diferentes entonces».
«Hace unos 25 o 30 años comenzó el movimiento ‘Made in China’, cuando realmente se empezó a presionar para hacer las cosas de manera barata y en el extranjero».
«Creo que todo es cíclico. Hubo un momento en el que se quería que todo fuera barato, ir a China o cualquier sitio donde se haga barato, sin importar las condiciones de empleo, los salarios, las medidas de seguridad. Y creo que ahora estamos tendiendo a volver a aprender cómo se hacen las cosas, saber de dónde viene la camisa que llevo, y las zapatillas y las flores».
«Hablo de cuando el estadio de los Yankees vuelva a estar lleno, y cuando la gente vuelva a ver espectáculos y todo sea normal otra vez. Cuando llegue ese momento, va a haber un resurgimiento de la belleza, y qué mejor forma de representar la belleza que unas flores».
«Me encanta lo que hago, y tengo optimismo de que vamos a poder sobrevivir porque eso es lo que hemos hecho siempre».