La frustración de una madre de Hubei, China fue tal que terminó en el hospital con un ataque al corazón que casi le quitó la vida.
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La Sra. Wang, de 36 años, estaba ayudando a su hijo con su tarea escolar el 1 de noviembre cuando comenzó a enojarse con el estudiante de primaria, después de explicarle repetidamente un problema de matemáticas, informó el medio local Sin Chew Daily.
“Se lo expliqué muchas veces, pero todavía no podía entenderlo. Estaba tan enojada que podía explotar”, dijo a los periodistas la mujer en chino mandarín. “De repente, mi corazón comenzó a palpitar y no podía respirar correctamente”, agregó.
La Sra. Wang inmediatamente llamó a su esposo, quien la llevó al hospital.
Yang Xiaoxue, médico del departamento de medicina interna del Hospital Xinhua, diagnosticó que Wang sufría de un infarto al miocardio o un ataque cardíaco.
“Lo atrapamos a tiempo. Si hubiera surgido algún retraso, podría haber sufrido de insuficiencia cardíaca”, dijo Yang a los periodistas.
El médico también enumeró una dieta poco saludable y el estrés como las principales causas de la creciente incidencia de enfermedades cardíacas entre pacientes más jóvenes como Wang.
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Después de su roce con la muerte, la sra. Wang, quien ayuda a su hijo con su tarea todas las noches, admitió a los periodistas que a menudo pierde los estribos con él, pero nunca esperó que esto tuviera consecuencias tan graves.
Si bien el estrés puede ser inevitable, los expertos opinan que los padres deben aprender a manejar sus emociones y educar a sus hijos con más racionalidad, sin enojarse tanto.
Las emociones negativas, como el estrés y la ira, no solo afectan la salud de los padres, sino que también tienen efectos adversos en los niños, incluso pueden hacer que se tornen violentos, antisociales o pierdan autoestima.