Pilas a quien agrega en esta red social. Estuvo tres años en prisión por una solicitud de amistad.
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Medhanie Tesfamariam Berhe nunca pensó que una solicitud de amistad en Facebook se terminaría transformando en un calvario y le costaría tres años de su vida tras las rejas.
En 2016, el hombre de 32 años fue detenido y acusado por la Fiscalía de Palermo por ser uno de los principales traficantes de personas de todo el mundo, señala The Guardian.
Berhe se “ganaba la vida ordeñando vacas y trabajando ocasionalmente como carpintero”, pero en las redes sociales estuvo su perdición.
El medio inglés, señala que envió una solicitud de amistad a una mujer que le pareció atractiva. Sin embargo, no sabía que ella era la esposa de Medhanie Yehdego Mered, uno de los traficantes de personas más buscados del mundo.
Los investigadores concluyeron que el “General”, como es apodado Mered, estaba operando con una nueva identidad y esta era la de Medhanie Tesfamariam Berhe, y por eso quería que su esposa lo aceptara como amigo en Facebook.
Cuando Berhe se tomaba un café en Jartum, la capital de Sudán, fue detenido, le taparon la cabeza y terminó en un vuelo a Roma. El arresto fue presentado como un logro histórico contra la trata de personas, ya que era el “primer traficante de seres humanos extraditado desde África”.
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Pese a las pruebas de ADN que señalaban su inocencia, la esposa de Mered aseguró que no era su pareja y que varios medios reportaron que el verdadero traficante se encontraba en Uganda gastando “importantes sumas de dinero”. Berhe de igual forma fue condenado.
Eso sí, no fue encontrado culpable de tráfico de personas, y terminó en la cárcel por “ayudar a la inmigración ilegal”, debido a que apoyó a un primo a llegar a Libia.
“Si pudiera retroceder el tiempo, me cortaría el dedo que envió esa solicitud de amistad”, dijo Berhe tras salir de prisión el mes pasado.
“Más de una vez contemplé quitarme la vida. Cuando vives una injusticia así… pierdes la voluntad de vivir”, apuntó el hombre que ahora necesita “darse cuenta” que su pesadilla terminó.
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