Una mujer en Alabama cuyo feto murió después de ser baleada en un altercado ha sido acusada de homicidio culposo. Mientras que la mujer acusada de balearla ha sido puesta en libertad.
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Marshae Jones, de 27 años, fue imputada el miércoles por el jurado investigador del condado Jefferson. Estaba embarazada de cinco meses cuando Ebony Jemison, de 23 años, le disparó en el estómago durante un altercado en diciembre. El presunto enfrentamiento se dio en relación al padre del feto.
Inicialmente, Jemison fue acusada de homicidio culposo. Pero el mismo jurado se negó a imputarla después de que la policía dijo que una investigación determinó que Jones empezó el pleito. Razón por la que Jemison disparó el tiro mortal en defensa propia.
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El policía de Pleasant Grove, Danny Reid, dijo en aquel momento que “la única verdadera víctima” es el feto. Esto, ya que innecesariamente fue involucrado en el pleito y “dependía de su madre para que lo mantuviera lejos del mal”.
Los defensores de los derechos de las mujeres expresaron su indignación.
Lynn Paltrow, directora ejecutiva de Defensa Nacional para Mujeres Embarazadas, dijo que las mujeres en el país han sido procesadas por homicidio culposo o en primer grado por haber abortado o sufrido un aborto espontáneo. Pero es la primera vez que escucha que una mujer es acusada después de ser baleada.
“Esto nos lleva a un nuevo nivel de inhumanidad e ilegalidad hacia las embarazadas”, dijo Paltrow. “No se me ocurre otra circunstancia bajo la cual una persona que es víctima de un crimen es tratada como un criminal”.