Birgitte Kallestad era una joven amante de los animales, que hasta en sus vacaciones trataba de ayudar a los abandonados y maltratados. Pero ese mismo amor la llevó a la muerte luego de contraer rabia de un cachorrito que adoptó durante su paso por Filipinas.
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La enfermera de 24 años, nunca pensó que el animal que la acompañó durante su viaje le traería tantos problemas.
La familia de la joven decidió hacer pública la situación ocurrida con su hija. Esto, para alertar a todas esas otras personas que como ella «aman a los animales».
Según sus padres, Birgitte recogió un cachorro en sus últimas vacaciones. Mientras jugaba con él le provocó algunas heridas en las mano; a las que la joven no les prestó mucha atención y que ella misma trató.
«Que no suceda a otros»
«Nuestro temor es que esto le suceda a otros que tienen un corazón cálido», dijeron los padres de la joven noruega que pocos días después de regresar del viaje con sus amigos comenzó a sentirse mal.
Birgitte se enfermó y estuvo hospitalizada en varias oportunidades. Pero los médicos no lograban descubrir que pasaba con ella.
Finalmente, la joven falleció ocho días después de su último ingreso al hospital; y después de realizar las pruebas, las autoridades de salud pública de Suecia finalmente lograron confirmar que Kallestad se había contagiado de rabia.
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Cabe mencionar que según los organismos internacionales de salud, la rabia; que infecta el sistema nervioso central, inicialmente causa síntomas de la gripe, como fiebre, dolor de cabeza y malestar general.
En una segunda etapa la enfermedad se presenta con alucinaciones progresivas, parálisis leve o parcial, ansiedad, confusión y miedo al agua.
Una vez que la persona sufre la enfermedad, la supervivencia es rara, por eso ahora, la familia de Kallestad está pidiendo al gobierno de Noruega que haga obligatoria la necesidad de vacunarse contra esta enfermedad a todos los habitantes del país que viajen a Filipinas.
«Si podemos lograr esto, la muerte de nuestro rayo de sol puede salvar a otros», dijeron.